---:::---   Actualizado:  O7-05-2008   ---:::---

RECORTES  DE  PRENSA

(AÑO 2007)


DIARIO DE LEÓN              (01-01-2007)

La historia de León a través de la historia de sus cárceles
El presidente de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios, el leonés Benigno Castro, hace un repaso a la historia de las prisiones leonesas como adelanto del libro que está a punto de publicar

El Centenario del Diario de León (1906-2006) coincide como periodo con el momento clave de transformación del sistema penitenciario español. En la provincia de León comienza el siglo XX conviviendo las vetustas cárceles de León (del Castillo) y Ponferrada (calle del Reloj) con las más modernas, recién construidas, de Partido en Astorga, La Bañeza o Valencia de don Juan. Después vendría la tragedia de la guerra civil y el encarcelamiento en campos de concentración, como el de San Marcos. Finalmente, ya en el último tercio del siglo pasado y primeros años del actual, surgen las primeras instalaciones penitenciarias modernas: la cárcel provincial del Paseo del Parque (1965), el Centro Penitenciario de Villahierro-Mansilla (1999) y el Centro de Inserción Social de León (2005). La historia de nuestras cárceles es una parte importante y caracterizadora de nuestro pasado, y el estado de nuestros centros penitenciarios es una señal de la calidad de la democracia.

Partidos judiciales

La historia carcelaria moderna va ligada a las reformas de las plantas judiciales, en cuyos centros de impartición de justicia se ubicarán los centros de retención, custodia y cumplimiento más importantes.

La división de las provincias en partidos judiciales (la reforma de Javier de Burgos, en 1834) supuso para León la creación de diez partidos con cabeza en las localidades de León, Ponferrada, Astorga, La Bañeza, Valencia de don Juan, Villafranca del Bierzo, Riaño, Murias de Paredes, Cea y Vegacervera. Muy pronto desaparecerán los partidos de Cea y Vegacervera. El ámbito de Cea se incorporó a un nuevo partido, el de Sahagún de Campos. Por su parte, el territorio de Vegacervera se sumó al de La Vecilla.

Habrá que esperar ya hasta el siglo XX para que se produzcan nuevas modificaciones en los partidos judiciales. Desaparece el de Murias de Paredes repartiéndose su territorio entre los partidos de León y Ponferrada. Desapareció también el partido de Villafranca, incorporándose al de Ponferrada. Lo mismo sucedió con el de Riaño, incorporado a un nuevo partido judicial, el de Cistierna. Desaparecen también los de La Vecilla, repartido entre León y Cistierna; y Valencia de don Juan repartido entre León y Sahagún. La última modificación vino propiciada por la Ley de Demarcación y Planta Judicial, ya en la década de los ochenta del siglo pasado. Crea un nuevo partido en Villablino, que se forma con un territorio judicial extraído de los partidos de León y Ponferrada. El resultado actual es el de siete partidos judiciales: Astorga, La Bañeza, Cistierna, León, Ponferrada, Sahagún y Villablino.

Cárcel del Castillo

La cárcel del Castillo se estrenó como cárcel provincial (de Audiencia), de partido y depósito en el último tercio del XIX, en 1877. El recinto inmobiliario, en las murallas antiguas, fue declarado Monumento Histórico-Artístico el 3 de junio de 1931. Quedó bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. Desde 1982, con proyecto de reforma y habilitación de E. González Mercadé, se utiliza como Archivo Histórico Provincial.

La cárcel del Castillo presenta el currículo penitenciario más longevo de la provincia. Al tratarse del recinto de los regidores reales, acumulaba en sus instalaciones el máximo poder civil y militar. Como muestra: la cárcel de Estado (distinta a las cárceles reales para comunes), que tuvo como huéspedes, con final trágico en algunas ocasiones, a reyes y nobles cristianos y musulmanes. La cárcel aparece con la propia construcción del Castillo en la reconstrucción de las murallas entre los siglos IX y IX, y continúa en su función de cárcel de Estado hasta finales del siglo XVII o principios del XVIII.

En la Baja Edad Media aparecen las cárceles reales, bajo jurisdicción real, y van despareciendo otros modos de encarcelamiento, como el privado feudal. Estos centros carcelarios, a diferencia de las cárceles del Estado, las eclesiásticas o las de la Inquisición, sí que fueron centros para los comunes, es decir, para el cumplimiento con los justiciables comunes: el pueblo llano.

En la ciudad de León se sucedieron la cárcel real de la Torre del Arco del Rey, desde algún momento del siglo XV y hasta 1566 (torre desparecida, en la actual calle Cardiles, de la que resta un arco visible sobre un establecimiento comercial) y la cárcel de los Palacios Reales, entre 1528 y hasta 1877 (recintos destruidos totalmente a principios del siglo XX, entre la calle la Rúa y las actuales Independencia y General Lafuente).

El siglo XIX fue en León, como en el resto de España, una centuria en las que las mentes más adelantadas soñaron con un nuevo penitenciarismo más humano y, por supuesto, con nuevas cárceles. La sustitución de las depauperadas instalaciones carcelarias de los Palacios Reales vino de la mano de la restauración del viejo Castillo de León, sin apenas uso de tipo alguno desde finales del XVII.

La elección del Castillo de León como nueva cárcel de Audiencia y Provincial, además de cárcel de partido, correccional y depósito municipal, y su posterior tramitación, promoción y construcción, determinó un dilatado iter temporal, administrativo-político y económico-financiero. El proceso no fue muy diferente al de las nuevas cárceles celulares de partido en poblaciones como Astorga, La Bañeza o Valencia de don Juan, a principios del siglo XX; y, por supuesto, la comparación no se resiste con la nueva cárcel provincial inaugurada en 1965, sucesora precisamente de la del Castillo, que tardó 25 años en ser construida.

Presas en la Cárcel del Castillo. Hacia 1950.La situación económica y financiera española del XIX dejaba mucho que desear. Desde luego, en esa situación económico-financiera hay que buscar la causa por la que no se construyó un edificio de nueva planta: las autoridades locales y provinciales debieron pensar que esta opción, la rehabilitación, era la posible en la práctica. Aun así, los problemas para la nueva prisión provincial fueron muchos y durante mucho tiempo.

Hacia 1801 el estado del edificio era deplorable y, en parte, arruinado. El Ayuntamiento de León decide recuperarlo para uso público. El empleo elegido es el de cárcel. Encargó en ese año al arquitecto municipal, Fernando Sánchez Pertejo, la realización de un proyecto para conversión del Castillo en cárcel pública. Tras múltiples vicisitudes, en 1876, el arquitecto Francisco Julián Daura presenta condiciones y presupuesto para reanudar las obras, que son aceptados por la Junta de la Cárcel de León. Las actuaciones más urgentes eran la cubrición del edificio, para evitar la ruina de lo ya construido, y la conveniencia de contraer un empréstito para finalizar las obras. [El Anuario Penitenciario de 1888 refleja que los planos de la reforma de la cárcel también están firmados por el arquitecto Juan Madrazo.] En 1877 se dieron por concluidas definitivamente las obras de rehabilitación del Castillo para uso como cárcel provincial.

Cárcel real de Ponferrada

A partir de 1556 se suceden una serie de licencias reales que autorizan a la ciudad de Ponferrada a adquirir una serie de fincas con destino a casa de ayuntamiento y cárcel. Las obras de la cárcel nueva aparecen datadas entre 1565 y 1572, con dificultades económicas, recibiendo aportaciones reales, municipales y de particulares. Así nace la que sería una de las cárceles más longevas entre todas las que en León han sido: 1572-1968, cuatro siglos de centro carcelario de forma ininterrumpida.

El edificio de la nueva cárcel ha tenido históricamente, por su ubicación, un significado muy especial al estar situado junto a la torre del reloj y frente al convento de la Concepción. A lo largo de los siglos pasa por múltiples vicisitudes constructivas, de mantenimiento y reparación, pasando frecuentemente, como era muy común en los recintos carcelarios, por escaseces económicas graves.

Desde 1927 y hasta bien entrados los años cuarenta se producen diferentes acuerdos y gestiones para la construcción de una nueva cárcel en Ponferrada. La Memoria de la Dirección General de Prisiones de 1948 incluye un dibujo que reproduce una maqueta de la nueva Prisión de Partido de Ponferrada. La nueva cárcel llegó a tener un solar seleccionado: en la Borrequina, al final de la calle Cruz de Miranda, a la derecha y antes de cruzar el ferrocarril. La política penitenciaria a partir de los años cincuenta fue precisamente la contraria: se habilitaron o construyeron nuevas cárceles provinciales, y paulatinamente fueron desapareciendo las cárceles de partido y las municipales.

Cárceles de Partido

El 17 de junio de 1968, la Dirección General de Administración Local comunica al Ayuntamiento de Ponferrada la supresión de la cárcel de partido, en la calle del Reloj, todo un símbolo de la ciudad de Ponferrada. En 1990 comenzaron las obras para reconvertir la vieja cárcel real en Museo del Bierzo. Su uso actual es museístico, y el resultado de la reforma (arquitectos Eloy Algorri y Andrés Lozano), desde un punto de vista patrimonial y arquitectónico, es realmente admirable.

La transición del XIX al XX trae consigo una cierta renovación de las cárceles de partido. En algunos casos supone la construcción, por primera vez, de un edificio con arquitectura específicamente penitenciaria; en otros, el estado de las cosas permanece inalterable: algunas cárceles continuarán ubicadas en casas y fortificaciones.

Un repaso del estado de las instalaciones en cada partido judicial en el primer tercio del XX, permite conocer la situación y evolución, absolutamente variopinta, de los edificios penitenciarios leoneses.

La cárcel del Castillo, en León, es cárcel de Audiencia, de Partido y depósito municipal desde 1877 hasta 1965. No llega a plantearse la construcción de un centro de nueva planta, limitándose las autoridades de la época a promover la rehabilitación y ampliación del antiguo Castillo de León.

En Ponferrada, la cárcel de Partido y depósito municipal seguirá siendo la vetusta cárcel real, junto a la torre del reloj. Desde 1572 hasta 1968 completará cuatro siglos de encarcelamiento en el corazón del Bierzo.

La nueva cárcel celular de Astorga sustituye a la vieja cárcel, una vez vendida ésta en 1892. Su ubicación se corresponde con la finca donde actualmente se ubican los juzgados (actual plaza Marqueses de Astorga y calle José Díaz Novo). La nueva prisión celular perdurará hasta 1961, año en el que una Resolución, de 6 de julio, establece la supresión de la cárcel de partido de Astorga.

La nueva cárcel celular de La Bañeza es inaugurada en 1904, sustituyendo a la antigua 'casa de cárcel', un edificio arrendado. Fue derribada en los años sesenta; su portada de granito se instaló dando entrada al Jardincillo; el solar fue urbanizado, acabando con la laguna que en la zona formaba un antiguo reguero que corría por la calle del Carmen.Prisión de Partido de Valencia de Don Juan

El expediente para la construcción de la nueva cárcel celular de Valencia de don Juan se inicia en 1893. La Corporación municipal, en abril de ese año, toma el acuerdo de dirigirse al diputado por el distrito «considerando que dicha obra es de vital interés para la villa». El nuevo inmueble penitenciario fue construido en 1906 en el mismo edificio que ocupaba la cárcel antigua (el viejo caserón del convento de Santo Domingo).

El partido judicial de Murias de Paredes contaba con una casa antigua alquilada y habilitada para uso carcelario. El tipo de construcción era el habitual de la montaña, dada la climatología de la zona: sólidos paramentos de piedra y cubiertas en pizarra. Actualmente es una casa de turismo rural, en la que aún se observan detalles y rastros de su antiguo uso penitenciario, particularmente las huellas del enrejado en las ventanas y las mirillas en las puertas de lo que fueron celdas

En La Vecilla, la cárcel real, después de Partido, estuvo ubicada en el torreón militar del siglo XII, reconstruido en el XIV y, actualmente, declarado Bien de Interés Cultural. El Torreón es conocido como la cárcel de La Vecilla, por haber sido éste su uso. Su origen se remonta al siglo XIV; fue residencia fortificada; utilizado como sede del juzgado y cárcel hasta mediada la década de los 70 del siglo XX, quedó luego abandonado. Construido a base de gruesos muros de mampostería de canto rodado, su reciente rehabilitación le ha proporcionado nuevos usos, básicamente culturales. Popularmente, el edificio es conocido como La Torre de La Vecilla

El Anuario de Sahagún recoge en el año 1927 noticias sobre la nueva cárcel de partido e instalaciones judiciales: «¿sobre la construcción de la cárcel, don Mariano Calderón Miguel, enajenó al ayuntamiento de la Villa y para aquellos fines una finca, al precio de 6.500 pesetas. Fue inaugurada en 1932 junto con el remodelado entonces juzgado de primera instancia, y el cuartel de la guardia civil». Estaba situada en la Ronda de San Francisco, entre las carreteras de Mayorga y León. El edificio, actualmente sin uso, aún se conserva.

Guerra y posguerra

De Riaño no hay más noticias de establecimientos carcelarios que los indicados en el Diccionario de Cadalso. Se trataba de un inmueble que albergaba la cárcel de partido y el depósito municipal. El edificio estaba situado en la plaza; fue construido a mediados del siglo XIX para cárcel y en el mismo se encontraba el Juzgado de instrucción.

En Villafranca del Bierzo, según la referencia de Pascual Madoz, a mitad del siglo XIX: «A pesar de ser cabecera de partido judicial, no tiene cárcel pública, pero sirve provisionalmente el antiguo palacio y fortaleza de los marqueses de Villafranca¿».

En estos años el sistema penitenciario se caracteriza por el desorden inicial, la arbitrariedad, la brutalidad en el trato, las condiciones inhumanas de detención, la fluctuación numérica y geográfica de los detenidos, en su aplastante mayoría políticos, o, lo que es lo mismo, vencidos de la guerra civil. El enorme número de presos y detenidos desde el comienzo de la guerra civil determina la creación de campos de concentración por parte de los golpistas facciosos.

De nuevo el ex convento de San Marcos vuelve a ser en León centro de uso carcelario, si bien esta vez con un carácter extremadamente trágico: la calificación como campo de concentración durante la guerra civil, lo que supuso que el edificio se convirtiera en un auténtico campo de la muerte, testigo de auténticas barbaridades y tragedias. Según Álvarez Oblanca y Secundino Serrano «los juicios sumarísimos se incrementan tras la caída del Frente Norte, el 21 de octubre de 1937. Entre 10.000 y 12.000 milicianos leoneses habían permanecido al lado de la República, algunos no conseguirían llegar a sus casas, pues en los límites provinciales se instalaron columnas de operaciones que se encargaban de eliminarlos; una parte importante de los que llegaron fueron detenidos, pese a las promesas de reconciliación. Es entonces cuando San Marcos se convierte en uno de los campos de concentración más famosos de España, con una población reclusa, en algunas épocas, de 7000 hombres y 300 mujeres. Además, dado el número de detenidos, se utilizó como cárcel una fábrica de curtidos en Santa Ana (500 detenidos de media), y se contaba también con la Prisión Provincial¿».

Campos de trabajo

Los presos republicanos, durante y después de la Guerra Civil, fueron utilizados como mano de obra gratuita o, según los casos, barata para compensar la disminución de la fuerza de trabajo como consecuencia de la propia contienda y de las depuraciones posteriores. Una Orden de 7 de octubre de 1938 acuerda a las empresas el derecho a pedir destacamentos penales. Un decreto de 9 de junio de 1939 determina la relación entre redención de penas y libertad condicional. Una ley de 8 de septiembre del mismo año crea un Servicio de colonias penitenciarias militarizadas, que se ponen a disposición de la industria y de las obras públicas.

Algunas de las obras realizadas en León con destacamentos penitenciarios fueron el Canal del Bierzo (1944), el embalse de Barrios de Luna (1952-1955), explotaciones mineras en Fabero, Matarrosa y Laciana, obras públicas en diversas poblaciones y carreteras provinciales y el ramal ferroviario de La Virgen del Camino (para la legión Cóndor). Además, del campo de concentración de San Marcos dependían varios batallones disciplinarios en Lugo de Llanera (Asturias), en el aeropuerto de Labacolla (Santiago de Compostela) y en Peñaranda de Bracamonte (Salamanca).

Cárcel del paseo del Parque

Por lo que se refiere a la arquitectura penitenciaria, comienza en León una nueva etapa a partir de los años sesenta del siglo XX. Y esto por dos circunstancias fundamentales: por un lado, el cierre progresivo de las cárceles de Partido y las municipales, y por otro, la construcción de una Prisión Provincial de nueva planta que respondía a criterios modernos de arquitectura penitenciaria, y que se ubicará en el paseo del Parque. Su vida, en todo caso, fue efímera: en 1998 entra en funcionamiento el Centro Penitenciario de Villahierro-Mansilla, complementado en 2005 con un Centro de Inserción Social.

La construcción de este centro penitenciario fue realmente azarosa. Desde 1941 se tienen noticias sobre la nueva prisión provincial, sin embargo, no terminará la construcción hasta 1965: veinticinco años para disponer de un centro penitenciario moderno. Finalmente, el 11 de mayo de 1965 fue inaugurada la nueva Prisión Provincial con todo un desembarco de autoridades locales y la presencia del Director General de Prisiones, José María Herreros de Tejada y Azcona.

Transcribo literalmente la descripción de la nueva cárcel publicada en el diario Proa: «Está construida en terrenos del Parque, lindando con el campo hípico, terrenos que, en extensión de 18.000 metros cuadrados fueron cedidos por el Ayuntamiento para tal destino. Son 5.500 los metros cuadrados construidos, teniendo el resto dedicación a espacios libres, patios y zona exterior de aislamiento. Tiene la Prisión cien metros de línea de fachada y ciento ochenta de profundidad, teniendo forma regular de rectángulo, y pudiendo considerarse dividida en cuatro zonas perfectamente diferenciadas¿ Finalmente podemos decir que la capacidad de la Prisión es de 190 reclusos, de ellos 150 hombres; que el proyecto es debido al arquitecto don José Luís Sanz Magallón, bajo cuya dirección han sido ejecutadas las obras, que han costado treinta siete millones». Victoriano Crémer escribía entonces en el diario Proa que «el horripilante castillón de Puerta Castillo, además de constituir una solemne y fatídica mazmorra medieval, era lo menos indicado para que el hombre arrojado a sus celdas pudiera entender una forma de posible rehabilitación¿ Ahora ya vamos a contar con una cárcel de las que se llaman modelo. Un lugar dotado de los medios más idóneos para que el recluido se sienta al menos en un clima de humana comprensión y de posible recuperación». |||| En las próximas fechas verá la luz el libro titulado Historia de las cárceles leonesas (Memoria de veinte siglos de encarcelamiento y arquitectura penitenciaria) , del que es autor el leonés Benigno Castro, presidente de la Sosiedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (Siep). Editado por la propia Siep y Editorial Everest, el libro proporciona un repaso a todos los establecimientos leoneses de retención, custodia y cumplimiento de penas a lo largo de dos milenios, desde las poblaciones autóctonas y romanas hasta la actualidad más reciente.

Cárceles privadas y reales, mazmorras, calabozos, castillos, conventos, prisiones eclesiásticas, cuarteles militares y policiales, transportes de presos, campos de concentración y de trabajo, centros penitenciarios modernos¿ constituyen el arsenal histórico que representa la privación de libertad, reflejada en sus edificios y lugares de ejecución.

El libro ha sido prologado por el ministro de Defensa, el leonés José Antonio Alonso, máximo impulsor del Plan 2005-2012 de Nuevas Infraestructuras Penitenciarias en su etapa anterior como ministro del Interior. La Introducción corre a cargo de Emilio Morais Vallejo, profesor de la Universidad de León.

El libro se completa con una amplia bibliografía y un importante dispositivo gráfico, del que son sólo una pequeña muestra las fotografías que aparecen en este reportaje.

La obra consta de 240 páginas y está editado por completo a color, en papel y formato de calidad.

Gran parte de la tirada se distribuirá gratuitamente en bibliotecas, centros escolares, centros culturales y universidades, con especial atención a los centros leoneses. Una pequeña parte de la tirada quedará distribuida en librerías, para que pueda ser adquirido por cualquier particular interesado.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

|||| El Plan de Amortización y Creación de Centros Penitenciarios, aprobado por el Gobierno, en 1991, y la creación de la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios, Siep, (1992), supusieron un cambio definitivo en el tipo y ritmo de transformación del sistema penitenciario español. Prueba de este cambio de política, renovada por un nuevo Plan del Gobierno (2005-2012), son el Centro Penitenciario de Villahierro-Mansilla (1999) y el Centro de Inserción Social de León (2005).

El acto oficial de inauguración del nuevo centro penitenciario leonés tuvo lugar el lunes 28 de junio de 1999. Está ubicado en el término de Mansilla de las Mulas, a 21 km. de León, en el paraje conocido como Villahierro. La superficie total de los terrenos es de 352.198 m2. La superficie construida es de 82.728 m2. El diseño responde a una tipología modular, habitual en las prisiones modernas, contrapuesta a la clásica estructura radial con núcleo central de vigilancia y grandes galerías de celdas o dormitorios comunes.

La propuesta Tipo se desarrolla a partir del criterio de núcleo urbano autosuficiente. Se trata de una pequeña ciudad, formada por catorce mini centros independientes y otros edificios con servicios culturales, sanitarios, deportivos y productivos comunitarios, servicios que cubren todas las necesidades del interno, con reducción de los traslados a servicios comunitarios fuera del establecimiento y potenciando la política de reinserción.

Se homologan las distintas instalaciones con aquéllas normalizadas por otros organismos del Estado (aulas, polideportivos, talleres, cocinas, enfermería, etc.) respondiendo a las pautas marcadas por las administraciones en materias de Educación, Trabajo o Sanidad.

Cada uno de los edificios que componen el Proyecto Tipo de un Centro Penitenciario, desarrolla las necesidades de espacios y circulaciones que han sido dadas y contrastadas con la administración penitenciaria, articulando todo el conjunto para conseguir su óptimo funcionando a través de un proyecto específico de implantación que además dota al complejo de las infraestructuras requeridas en cada caso.

Concebido como un núcleo urbano, autosuficiente por sus infraestructuras, articula edificios independientes mediante un entramado de calles y plazas, generando a partir de un eje longitudinal que divide el conjunto en tres bandas caracterizadas por el uso, una central a lo largo de dicho eje que contiene los edificios de relación y servicios y dos bandas laterales de uso residencial. Dispone de 1008 celdas dobles y 203 complementarias, con capacidad total para más de dos mil internos.

|||| Los Centros de Inserción Social (CIS) son Establecimientos penitenciarios destinados al cumplimiento de las penas privativas de libertad en régimen abierto, así como al seguimiento de cuantas penas no privativas de libertad se establezcan en la legislación penal y cuya ejecución se atribuya a los servicios penitenciarios.

El nuevo CIS de León, inaugurado el 11 de julio del 2005, se ubica en una parte de la finca de la antigua Prisión Provincial del Paseo del Parque, pero se trata, tras la demolición de varias edificaciones, de una construcción totalmente de nueva planta y diseño. La inauguración correspondió al ministro del Interior, José Antonio Alonso. El nuevo CIS recibe el nombre de Jesús Haddad, exdirector de Instituciones Penitenciarias, asesinado por el Grapo en 1977.

El CIS dispone de tres plantas más una cuarta bajo cubierta dedicada a instalaciones. En la Planta Baja alberga despachos, puestos de funcionarios, habitación para minusválido, gimnasio, cocina, comedor, sala de estar, biblioteca, lavandería, instalaciones, aseos y patio (de uso múltiple, incluyendo el deportivo). También dispone en la planta baja de una zona de despachos con entrada independiente para la acción y labor de oenegés relacionadas con la asistencia a los internos. En las plantas primera y segunda alberga 66 habitaciones, además de aseos y un patio.
 


DIARIO DE LEÓN        -         (03-01- 2007)                         Acacio Díaz. Corresponsal | Sahagún

Benito Pamparacuatro sigue en espera

El homenaje al alcalde que proclamó la República en Sahagún (el segundo de España), que acaba de ser declarado hijo predilecto de la villa, vuelve a retrasarse a consecuencia de un problema de agenda con sus familiares directos. Pamparacuatro fue asesinado por La Falange.

<<< Benito Pamparacuatro

Un problema de agenda con la familia de Benito Pamparacuatro, ex-alcalde de Sahagún recientemente declarado hijo predilecto de la localidad, ha impedido la celebración de los actos programados para los próximos días. Las fiestas navideñas habían sido elegidas como marco para su celebración, pero finalmente, será necesario buscar otra oportunidad.

Benito Pamparacuatro (1897-1936) nació el 5 de febrero de 1897. Fue alcalde de Sahagún desde 1931 hasta 1934. En su ciudad, era un modesto tendero en una mercería bastante próspera y conocida en la ciudad. Estuvo soltero hasta su muerte, en 1936. Su mayor mérito fue el de ser el segundo alcalde español en proclamar la Segunda República a las 7:30 del 14 de abril de 1931 tras el alcalde de Éibar, Alejandro Tellería Estala.

Con motivo del 75 aniversario de la proclamación de la República el Ayuntamiento de Sahagún aprobó declarar a Pamparacuatro Hijo Predilecto de la villa, lo que ha sido el único homenaje oficial que ha recibido hasta ahora, ya que carecía de distintivo alguno con el que recordar su figura.

Heterodoxos leoneses Como describe Vicente M. Encinas, en la revista Heterodoxos Leoneses , publicada por Diario de León: «Benito Pamparacuatro Franco, primer alcalde de la II República Española en Sahagún y en España, elegido democráticamente izó la bandera tricolor y gritó: 'Desde este momento somos un régimen republicano- ¡Viva la República!'.

La propuesta del grupo socialista resulta instructiva: «Durante la crisis agrícola de aquellos años, su tienda era un refugio al que acudían los necesitados en busca de artículos fiados y no era infrecuente los préstamos y las ayudas a los pequeños agricultores y jornaleros».

Durante los años de la dictadura del General Primo de Rivera, los trabajadores viéndose privados de los más elementales derechos pronto comienzan a tomar conciencia de clase y a organizarse. En una comarca deprimida, su posicionamiento a favor de las clases desfavorecidas y su participación en los sucesivos conflictos al lado de los más humildes, pronto le hacen destacar como un líder político indiscutible.».

«El día 19 de abril se constituye el nuevo Ayuntamiento, Benito Pamparacuatro Franco es elegido alcalde por diez votos a su favor y una abstención. Durante los primeros meses de gobierno municipal se suceden los acuerdos y medidas. Para unas personas sencillas, acostumbradas a ver la política local desde fuera durante muchos años, la nueva situación les pilla descolocados. Intentando poner en práctica sus ideas de igualdad, justicia social y de separación de poderes, se ven a menudo desbordados y cometen, desde la óptica actual algunos errores» explica el portavoz, José Luis González.

«Muy Ejemplar Ciudad»

El 6 de Julio se da cuenta del Decreto por el que se concede a Sahagún el titulo de «Muy ejemplar Ciudad», como especial y máxima distinción, y en señal de reconocimiento público y perdurable, por la actitud de las gentes de Sahagún en el acto de proclamación de la República.

«El 9 de octubre de 1934 una orden del Gobernador de la Provincia destituye a toda la corporación municipal de Sahagún, salvo a tres concejales, y nombra directamente, otros ocho para sustituirlos. El Ayuntamiento se constituye bajo la supervisión del subteniente de línea. En febrero de 1936 intenta presentarse a las elecciones municipales, pero no puede, pues continúa procesado por asuntos anteriores».

Con el golpe de estado que encabeza el general Franco. Pamparacuatro, al igual que otros miles de inocentes que «no habían hecho nada malo», no veía la necesidad de huir. Pronto fueron asesinados algunos de sus compañeros, y, ayudado por un empleado del bar España, se refugia en San Andrés del Rabanedo. Días después es traicionado y asesinado por militantes de la Falange. Tenía 39 años.

 


DIARIO DE LEÓN             (9 de Marzo de 2007)


Un monolito de talco evoca el pasado de San Marcos como campo de concentración

Monolito de talco en recuerdo a los presos de San Marcos

Las tres salas del anejo de Pallarés ya están abiertas como complemento al Museo de León
La sala del claustro del edificio plateresco se dedica a la memoria de sus prisioneros

El anejo de San Marcos del Museo de León ya ha abierto sus puertas con el fin de desvelar al visitante la historia y entresijos de uno de los edificios más valiosos -tanto desde el punto de vista histórico como artístico- de España.

De esta manera, las tres salas del tesoro plateresco conducirán al turista a través del tiempo: desde el siglo XVI hasta nuestros días. La primera de las salas, la que conduce al claustro, mantiene en parte el carácter que solía antes de que el lapidario se trasladara de manera definitiva a su emplazamiento actual en Pallarés. Con el fin de que no pierda esta personalidad, que caracterizó el claustro de San Marcos durante más de 200 años, el director del museo, Luis Grau, ha dejado un conjunto de estelas representativas de la colección. Pero, además, la estancia anterior al claustro se ha convertido en un recordatorio de lo que no debió ser. Este lugar ( Quienes estuvieron en San Marcos ) se abre al fondo con un gran monolito de talco procedente de las minas de Lillo que una placa de acero corta a la mitad. En ella, puede leerse uno de los versos más famosos de Francisco de Quevedo: «Vivo en conversación con los difuntos y escucho con los ojos a los muertos». Según Luis Grau, esta estructura tiene más de una lectura. «Hay que recordar que los primeros milicianos que defendieron León frente a las tropas nacionales procedían de Lillo, una de las zonas donde más minas de talco hay», destaca el director del museo. Además, Grau explica que con la placa de acero se quiere significar la brecha que supuso para la historia de España la guerra civil. Sobran las explicaciones acerca del verso de Quevedo, considerado el primer preso que penó en una de las celdas de San Marcos.

Cabe destacar que el calabozo donde estuvo el poeta ya no existe, aunque de manera sempiterna se ha relacionado esta morada con una estancia de la torre oriental. «Fui traído en el rigor del invierno, sin capa y sin camisa, de sesenta y un años, a este Convento Real de San Marcos, donde he estado todo este tiempo en rigurosísima prisión, enfermo de tres heridas, que con los fríos y la vecindad de un río que tengo por cabecera, se me han cancerado, y por falta de cirujano, no sin piedad, me las he visto cauterizar con mis manos; tan pobre que de limosna me han abrigado y entretenido la vida. El horror de mis trabajos ha espantado a todos».

Pero, además del insigne huésped, esta sala recuerda a los presos del campo de concentración en que se convirtió San Marcos durante la guerra civil, sin duda uno de los más terribles por los que pasaron los atribulados prisioneros. Y es que durante los escasos tres años durante los cuales el monasterio sirvió de cárcel, se realizaron algunas de las peores acciones criminales de la contienda en la provincia. La cercanía, el conocimiento que los torturadores tenían de los alli confinados, las envidias y las pequeñas miserias larvadas durante años convirtieron este lugar en la válvula de escape de la ignominia de muchos carceleros. La infamia se apoderó de aquel lugar hasta el punto de que algunos de sus prisioneros, que también estuvieron en campos de concentración nazis, aseguraron que nada pudo compararse al horror sufrido entre los arcos del claustro de San Marcos.

Desgraciadamente, y a pesar de que se ha buscado, a día de hoy no existe documentación fotográfica de esta vileza.


 


La Crónica de León   /   10 de julio de 2007
 

ARMH COMIENZA SU CAMPAÑA DE EXHUMACIONES
 La ARMH exhuma el cuerpo de un minero de San Pedro Mayo 'paseado' en 1936  >>>


PONFERRADA.— La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) localizó ayer por la mañana el cuerpo de Leonides Francisco Rodríguez Álvarez, un minero de San Pedro Mayo, localidad perteneciente al municipio de Toreno, 'paseado' durante la Guerra Civil y enterrado en el campo en el entorno del cercano pueblo de Santa Leocadia, también en el término municipal de Toreno.

A petición de la familia, en concreto de una de las nietas del desaparecido, el equipo de arqueólogos de la ARMH se desplazó en la mañana de ayer al lugar que se había identificado como el punto probable del enterramiento, con un margen de duda de tan sólo un par de metros.

En poco tiempo, los técnicos localizaron los restos y procedieron a la exhumación de la fosa en presencia de algunos familiares del buscado, que colaboraron con las tareas.

La historia de Leonides Francisco es un caso muy común en lo referente a los asesinatos durante la Guerra en los pueblos del Bierzo.

Minero, de 25 años de edad y vinculado a los movimientos sindicales, «muy probablemente a la huelga asturiana de octubre de 1934», según explica el vicepresidente de la ARMH, Santiago Macías.

En vista de los acontecimientos que se estaban sucediendo en el entorno una vez estallada la Guerra, Leonides Francisco se escondió en la Casa del Pueblo, cerca de su vivienda de San Pedro Mayo «para que no lo 'pasearan', ya que era consciente de que lo estaban buscando».

Sin embargo, alguien denunció su escondite y fue localizado por un grupo de pistoleros falangistas. Fue entonces conducido por un sendero hasta las proximidades de una ermita de Santa Leocadia, donde fue ejecutado el 27 de noviembre de 1936 e inhumado en mitad de una pradera próxima.

Los trabajos de excavación realizados ayer «se dieron bastante bien porque había bastantes pistas sobre el lugar exacto del enterramiento», explica Santiago Macías. De este modo, el equipo de arqueólogos formado por el vasco Javier Ortiz, la catalana Nuria Maqueda y el gallego Andrés Crespo tenía prácticamente el trabajo concluido en torno a la media tarde.
Con la exhumación de esta fosa en Santa Leocadia, la ARMH inicia una nueva campaña de recuperación de cuerpos de republicanos desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura franquista.

Los arqueólogos del colectivo surgido en la comarca del Bierzo en el año 2000 trabajarán a lo largo del verano en diversas provincias españolas como Zamora, Lugo, Toledo o Burgos. También desarrollará varios trabajo en pueblos de León

En las excavaciones, además de los arqueólogos y forenses que colaboran habitualmente con la asociación, participarán voluntarios de diferentes países como Canadá, Japón, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos.

Por otra parte, la localidad de Fabero acogerá mañana miércoles la presentación de un libro vinculado con la recuperación de la memoria histórica.

Se trata de 'Memoria de la Lucha Antifranquista', obra del autor Benjamín Rubio, natural del valle de Ancares y muy cercano desde niño a la guerrilla antifranquista y a la legalización del Partido Comunista.

El acto será a partir de las 20.30 horas en la Casa de la Cultura para seguir promocionando un trabajo testimonial e histórico que ya ha sido presentado recientemente en la comarca de Laciana.
Seis muertos en los límites bercianos

La Asociación Para la Recuperación de la Memoria Histórica ha realizado un nuevo intento para encontrar la fosa de los que se cree que son los primero paseados bercianos.
De este modo, con nuevos datos muy fiables, este verano se procederá a la reapertura de la fosa de La Retuerta (Brañuelas), en el Manzanal, en el límite del Bierzo además de otros trabajos que se pretenden desarrollar a lo largo de julio y agosto.

Brañuelas. Fosa en la que se encuentran seis cuerpos. Florencio González, José Monge, Ángel Llaguno, José Gallego, Eliseo Gómez y Jerónimo Álvarez.

Grajal de Campos. Los cuerpos de otros seis republicanos fusilados entre septiembre y noviembrede 1936 serán exhumados. Se trata de Elías Gutiérrez, Juan Agüayo, Jacinto Pascual, Deogracias Juan, Félix Cristóbal Juan y Alberto Aguado que se encuentran en varios enterramientos separados.

Villalquite. Levantarán la fosa en la que se encuentran Jerónimo Rodríguez y Modesto Díez, fusilados el 16 de octubre de 1936.

Valderrueda. Nicolás Herrero Robles está enterrado en un paraje de la localidad después de ser ejecutado el 13 de agosto de 1936.

Fonsagrada. La intención es reabrir la fosa en la que se encuentra el llamado Estado Mayor del Batallón Galicia, voluntarios republicanos. Hay diez cuerpos enterrados que ya están identificados.

Flores del Sil. Es una de los casos más entrañables en los que el colectivo trabajará este verano. Jerónima Blanco Oviedo de 23 años de edad fue asesinada junto a su hijo, Fernando Pérez Blanco, de cuatro o cinco años. A penas había datos hasta el momento de este caso, pero Santiago Macías ha encontrado recientemente un sumario vinculado.


DIARIO DE LEÓN     21-09-2007


REPRESALIADOS DE LA GUERRA CIVIL. Recuerdo a los olvidados
La Asociación de Estudios sobre la Represión en León presentaron el Espacio Memorial de Cabreros del Río, que recordará a todas las personas que fueron asesinadas en el sur de la provincia

La Guerra Civil española para muchos es una mancha en la historia del país que no dudarían en borrarla. Más aún si entre las miles de víctimas que murieron en el campo de batalla se encontraba algún familiar.

En esta ocasión, la Asociación de Estudios sobre la Represión en León -Aerle- han presentado oficialmente el Espacio Memorial de Cabreros del Río, que recordará a las personas que allí fueron asesinados por la represión franquista. La ubicación de este monumento no ha sido una elección aleatoria. En los alrededores de Jabares de los Oteros se encuentra un monte de encinas que durante los años de la guerra sirvió de refugio para los repúblicanos. En este monte se encuentra la conocida Caseta de las Torturas . Desde allí, el bando nacionalista decidía qué pueblo atacar en cada ocasión y, era donde los republicanos sufrían sus últimas torturas antes de ser fusilados. «Entre el 36 y 39 fueron numerosos los cadáveres y las tumbas que se encontraron en este monte. En el registro civil había numerosos cadáveres sin identificar. Eran muchos los que se acercaban al municipio para ver si se podía identificar alguno de ellos. Por suerte tengo constancia de que de mi municipio no asesinaron a nadie», explica Matías Llorente, alcalde de Cabreros del Río. Además del monte de los jabares, cruzando el río se encuentra el Pozón, donde los represaliados de espaldas al río eran fusilados para perderse en las aguas. Dos lugares que han marcado la historia del sur de la provincia de León. Los más viejos del lugar recuerdan aún hoy aquellos amargos días. «Todavía quedan algunos cadáveres y muchos saben donde están algunos, aunque son anónimos», explicaba Llorente.

El objetivo de este espacio memorial es rendirle homenaje a todos aquellos represaliados de la Guerra Civil, zanjar una historia y dar un recuerdo a todos los que en su día no lo tuvieron. «El fin es rescatar del olvido la represión de los años de la guerra y reconocer a todas estas víctimas», explica María Encina Cendón, miembro de Aerle.

La escultura, obra de Jesús Pombo de los Arcos, es un monolito, formado por dos cilindros verticales que «sugieren a una persona», como explicó su autor, y una mano hueca que simboliza la ausencia de esas personas. Debajo de la mano, una placa donde irán inscritos todos los nombres de las víctimas del sur de León. «Queremos decir a todas las familias de alguna víctima fusilada por esta zona que se pongan en contacto con nosotros porque queremos incluir su nombre en este monumento», explicaron desde la asociación.

Antes de que finalice el año se crearán dos nuevos memoriales que se ubicarán en las localidades de Carrocera y Valverde de la Virgen y que representaran a más de 60 víctimas cada una de ellos. Así mismo, la asociación está llevando a cabo la grabación de un documental sobre los asesinados por la represión franquista durante la guerra.

Sin duda, con estos homenajes los familiares de estas víctimas recordadas podrán correr el tupido velo que les dejó la historia española entre los años 36 y 39.
 


La Voz de Galicia                                 28/9/2007
 

La Universidad y la Diputación de Ourense crean un buscador de represaliados
Los familiares de las víctimas del franquismo podrán conocer los detalles de los procesos a través de internet
Ruth Nóvoa


La provincia de Ourense es la primera de toda España que, gracias al trabajo de investigadores de la Universidad de Vigo y al compromiso de la Diputación, cuenta con un buscador en el que se puede acceder a la documentación existente sobre los represaliados durante la Guerra Civil y los primeros años del franquismo. El taller de Historia Contemporánea del campus, con Jesús de Juana y Julio Prada a la cabeza, aprovechó el análisis realizado durante los últimos años de los fondos documentales relacionados con la represión en la provincia para crear un archivo de acceso libre, a través de internet, en el que se recogen los datos que se conservan de 665 ourensanos ejecutados, 191 cadáveres que fueron enterrados en el cementerio de la ciudad, 3.574 encarcelados, 2.388 personas que pasaron ante los jueces militares y las 522 que fueron asesinadas paralegalmente.
La Universidad tenía la información y el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, puso los medios necesarios para que los datos de los que disponían los investigadores se convirtiesen en una herramienta útil para familias, amigos y vecinos de los ourensanos que fueron víctimas de la represión. «As continuas demandas de información por parte de familiares de represaliados que reciben as institucións públicas e os membros do grupo investigador son boa proba de que o coñecemento científico no sempre consegue trascender o ámbito académico nin se transmite axeitadamente á sociedade. E foi a constatación da existencia desta demanda social o que levou á Deputación a interesarse», explicó Baltar durante la presentación de la base de datos, a la que se accede a través de la web depourense.es. La página está abierta a los ourensanos, que podrán enviar documentos e imágenes.
Miles de referencias de detenciones, causas y penas
La herramienta de consulta se creó a partir de cuatro bases de datos que, cruzadas entre ellas, permiten conocer la trayectoria de las víctimas de la represión entre julio de 1936 y diciembre de 1940. Este período corresponde a la primera fase del proyecto, que se completará incorporando los datos relativos al intervalo de tiempo transcurrido entre 1941 y el indulto general del 1 de octubre de 1945, cuando cambió la dinámica represiva. «En aquel momento no quedó en prisión nadie condenado por actos relacionados con la Guerra Civil», explicó Jesús de Juana.
Los fondos documentales utilizados son la jurisdicción de guerra, los libros y registros de reclusos de la prisión ourensana, los libros del cementerio municipal de Ourense y los registros civiles.
Los investigadores saben que son todos los que están pero que no están todos los que son porque se recogen los casos de represión de los que ha quedado constancia documental. De ahí que el principal vacío se detecte en las víctimas de la represión paralegal, los paseados o «levados ás claudias».
En
www.depourense.es/represion/   introduciendo un nombre y al menos un apellido es posible acceder a los datos personales, el delito o los delitos de los encausados y procesados por los tribunales de guerra y la resolución del proceso. También a las identidades de los ourensanos puestos a disposición de las autoridades gubernativas y militares, con los delitos imputados, así como a detalles vitales de los ejecutados en cumplimiento de sentencias del consejo de guerra y de los asesinados de forma paralegal. Así, algunas familias podrán saber algo que desconocían hasta ahora: dónde yacen sus antepasados.
…………………………………………………………………………………………


La Región


Estudio de la Universidad sobre los represaliados de la provincia
LR- Un paso por la memoria, el rigor histórico y la dignidad de las personas. La Diputación pone en servicio de forma pionera un buscador en su página web que contiene los nombres y datos de los represaliados en la provincia de Ourense. Los profesores del Campus Jesús de Juana y Julio Prada abanderan esta iniciativa, que repasa la trayectoria vital de más de 3.000 presos, 522 paseados y 2.300 encausados. La base de datos permite conocer la condena, el delito e incluso del número de nicho de los represaliados.
Un total de 522 personas ejecutadas paralegalmente, los conocidos ’paseados’; más de 2.300 encausados desde 1936 a 1940; casi 200 entierros en el cementerio de San Francisco y más de 3.000 condenados en la cárcel provincial. Son los datos de la represión en la provincia de Ourense desde el inicio de la Guerra Civil (1936) hasta 1940. Cifras que ahora se cruzan para formar un buscador en internet que permitirá a los familiares recuperar la pista perdida de los represaliados, de forma que puedan conocer si fueron condenados, dónde cumplieron la sentencia, cuáles fueron los cargos e incluso el número de nicho en el que fueron enterrados.
’Rigor histórico e respeto á dignidade das persoas’ es la base del último trabajo de los profesores del Campus de Ourense Jesús de Juana y Julio Prada, que se materializa por iniciativa de la Diputación en una base de datos colgada en la web de la institución provincial. Se trata de un proyecto pionero amparado por una entidad pública. ’O traballo está aberto a toda a cidadanía, para que nos axude a enriquecelo achegándonos a través da páxina documentos e fotografías’, explicó el profesor Julio Prada, que apuntó que desde 1936 a 1945, fecha del indulto general del Régimen a los encausados por la Guerra Civil, 665 personas fueron ejecutadas en Ourense.

 


DIARIO DE LEÓN            (11-10-2007)

El Gobierno compra los diarios de Luaces, alcalde de León en 1936

Cuenta en ellos cómo sufrió la ciudad la guerra civil y se guardarán en el Archivo de Salamanca

Presidió también la Diputación y, a causa de su relación con la fundación Sierra-Pambley, fue fusilado

Unidades republicanas en el Frente Norte leonés, donde combatía el hijo de Enrique González Luaces   >>

«Pocos días faltan para que haga ya un mes que comenzó la gran tragedia del país» (16 de agosto de 1936). «El temor es la constante del vivir en esta tragedia. Muerte y terror continuado y continuo» (29 de agosto). «Y por hoy finalizo estas notas; frío y silencio en las calles, que no celebran como antes las fiestas de fin de año...» (27 de diciembre).

La historia contada en primera persona. Cómo vivió León y los leoneses los terribles años de la guerra civil, qué ambiente se respiraba en las calles, qué impresión causó entre la vecindad el paso de los mineros por la avenida Ordoño... Se trata de los diarios de Enrique González Luaces, quien fuera alcalde de la ciudad y presidente de la Diputación y del Colegio de Médicos en los primeros años del conflicto bélico: el Ministerio de Cultura, a través de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas, acaba de comprar -por seis mil euros- este excepcional material histórico que engrosará el Archivo de la Memoria Histórica ubicado en la ciudad de Salamanca.

Conservador... ¿y masón?

Enrique González Luaces, nacido en Villalba, Lugo, aunque de familia leonesa, urólogo y radiólogo de profesión, ocupó el cargo de presidente de la Gestora Municipal entre noviembre de 1934 y enero de 1936.

Fue nombrado alcalde de León el 21 de julio de 1936, cesando en el mes de agosto para ocupar el puesto de presidente de la Diputación, cargo que ostentó hasta marzo de 1937, «cuando fue acusado de masón y por su relación con la institución educativa Sierra-Pambley», indican los técnicos del Archivo de Salamanca encargados de su análisis. Enrique González Luaces murió fusilado. «Además de sus actividades políticas -informan desde el Archivo-, sabemos que fue presidente del Colegio de Médicos durante la República y que tradujo la obra El alma de España (Die Seele Spaniens) del autor alemán Rudolf Lotear, editada en León (Imprenta Católica) en 1938. Fue acusado de pertenecer a la masonería y en el Archivo existe un expediente abierto a su nombre (SE-B, 259/47) en el que no figura ningún documento que lo pruebe, sino que únicamente su nombre aparece en una relación de masones enviada por el Gobierno Civil de León». En cuanto a las características técnicas de los diarios, éstos se componen de cuatro cuadernos bien conservados, escritos en diferentes tintas con una caligrafía clara. Según la valoración oficial de los citados técnicos, estos textos ofrecen la visión de un «político moderado republicano que temió los excesos del Frente Popular, de hecho se retiró de su actividad por no compartir muchas cosas que se hacían, y al que el 'nuevo orden' no le termina de convencer por los excesos que comete». Excesos que vivirá personalmente cuando sea acusado de masón, por lo que «llega a ocultarse». Refleja, así, el «desgarro interior que vivieron muchos ciudadanos a quienes no gustaba completamente el camino de la II República pero a quienes la sublevación tampoco les parecía la mejor solución».

«Vimos a los mineros pasar por la calle, muchos con fúsil Máuser. Decían que iban a Madrid a defender la República»

«Y por hoy finalizo estas notas; frío y silencio en las calles, que no celebran las fiestas de fin de año»

ENRIQUE GONZÁLEZ LUACES              Médico y político                VIDA FAMILIAR

Inquieto por la suerte de su hijo, llamado a filas

La vida cotidiana de Enrique González Luaces también sale a relucir en estos cuatro cuadernos. En el primero de ellos relata su nombramiento como alcalde de León o Delegado militar , como él mismo se denomina más adelante. Nombra a varias personas que le ayudaron y que se ofrecieron voluntarias para paliar el caos que al principio creó la guerra en la capital, como Máximo Echegaray o Luis Fábregas. Opina sobre el célebre discurso de Astray en Salamanca, la destitución de Unamuno, la estatua de Franco en Ferrol... También recuerda los primeros años de la guerra y habla «de los republicanos fusilados que se habían hecho fuertes en el Gobierno Civil»; así como de «la toma de la ciudad por los mineros y la entrega de armas al pueblo».

Pero sobre todo le preocupa la suerte de su hijo en pleno Frente Norte y la ficha policial que le han abierto («no sé la razón», confiesa). Una persecución que le acabaría llevando al paredón. Como a tantos otros.

Muestra su horror por los «paseos»

OPINIONES

Según el informe técnico de la Dirección General del Libro al que ha tenido acceso este periódico, los diarios tratan «sobre los principales acontecimientos nacionales y locales» que estaban teniendo lugar en aquel tiempo, y en ellos aparecen personalidades tanto nacionales como locales (generales Millán Astray, Bosch, Mola; Estévez -gobernador civil de León-, etc.). Gran interés revisten sus opiniones sobre el discurrir de la guerra; y así, muestra el «horror» que le producen hechos como «los fusilamientos indiscriminados, las detenciones, los actos de homenaje al general Francisco Franco o la unificación de la Falange y los requetés». Como curiosidad, anotar que tampoco se le daba mal el dibujo, y así, en algunas páginas aparece una ilustración, a lápiz, «de un torero dando un pase con la muleta».

«Ni la República ni la dictadura, sufrió un desgarro entre ambas»

«La adquisición de estas memorias-diario tiene un indudable interés no sólo por lo que representa el personaje sino por lo que supone de aportación novedosa en relación a lo ocurrido en los territorios donde la sublevación triunfó muy pronto, durante los primeros días, visto por alguien que en un momento determinado tuvo una posición privilegiada para analizar lo acontecido». Así valoran los técnicos del ministerio la compra del testimonio de una persona que, como posiblemente la mayoría de la población, ni era del todo de derechas ni de izquierdas.


DIARIO DE LEÓN          (27-10-2007)

Memoria contra memoria. El valdeonés Primo Demaría revisa el viejo álbum familiar

Familiares de los exhumados del pozo grajero en 1998 creen que no habrá resarcimiento hasta que el Estado admita los crímenes

Nuevos testimonios revelan artimañas políticas para acallar la causa que disparó la controversia social

«Todo el mundo quería taparlo un poco. Pero, ¿cómo se puede callar eso? No se puede callar una injusticia tan grande» ABELARDO GONZÁLEZ, sobrino de represaliado El 13 de noviembre, por la noche, se cumplirán 70 años desde la ejecución colectiva de Lario y nueve años desde que los restos óseos de las víctimas fueran exhumados de una sima de esta remota población de la montaña oriental leonesa. Fue la primera fosa del franquismo exhumada en León de acuerdo a la actuales leyes civiles y penales y una de las pocas que se levantaron en España antes del asociacionismo de investigadores y familiares. Pero más que esa desafortunada marca, el pozo grajero -como se denomina a esta profunda fosa natural- es el símbolo que representa el debate social en torno a la tan controvertida recuperación de la memoria histórica.

Los familiares de estos represaliados vivieron la tragedia en silencio durante muchos años y muy discretamente recuperaron años más tarde, pero la perspectiva del tiempo destapa nuevos datos que revelan cómo el pozo grajero desencadenó una ola de concienciación social que nada tiene que ver con la casualidad. Uno de los investigadores leoneses más comprometidos con la causa, Julián Morante, relata ahora cómo viejos guerrilleros asentados en Andorra promovieron y financiaron a pequeña escala las primeras indagaciones para coordinar después una campaña que ha desencadenado en la actual controversia sobre la memoria histórica.

Retrato de las familias Entretanto, las familias de aquellos represaliados, retratados en el reportaje «Duéleme la memoria desde el 37» (Diario de León, 15 de noviembre de 1998), vuelven a aportar hoy un testimonio conmovedor sobre los nueve años que les separan de aquella exhumación y opinan sobre lo que les sugiere la Ley de Extensión de Derechos a los Afectados por la Guerra Civil y la Dictadura, en proceso de tramitación.

«Si estamos en democracia es porque hubo gente que murió para que España tuviera una democracia», recuerda Primo Demaría Barales, de Posada de Valdeón. Su padre era Primo Demaría Casares, que había sido maestro en Las Rozas. Le detuvieron en Lario junto a su mujer. Les llevaron al comercio de Lupercio y a Primo le quitaron la ropa - «el jersey de mi padre lo llevaba después un falangista», recapitula-. Por la noche los llevaron al pozo grajero. Primo pidió que respetasen a su mujer, entonces embarazada de seis meses. Sólo le ejecutaron a él. Su caso no fue común, puesto que la viuda y el huérfano cobraron una pensión. «La mía era de 18 duros», recuerda Primo. Pese a haber pasado ya nueve años desde que los restos de su padre descansan en el cementerio de Lario junto a los de otros represaliados, asegura que su memoria «no está restituida». «Nunca se ha admitido la verdad de cómo murieron», lamenta. Demaría se muestra muy crítico con «la derecha», en quien detecta «poco respeto». Se siente especialmente dolido por la reciente entrevista a Jaime Mayor Oreja, en la que eludió condenar el franquismo.

«Ellos estarían bien con Franco porque el que está arrimado al peral coge las peras, pero yo, siendo un niño, tuve que coger un billete y emigrar», confiesa.

El «Cara al sol» también divide Primo Demaría añade que «los que dicen que la ley de la memoria divide son aquellos que les gusta cantar el Cara al sol ».

Uno de los recuerdos más cercanos que tiene de los días en los que se exhumó la fosa donde había sido arrojado su padre es el silencio de los políticos. «Había muchos que no querían que aquello se supiera», asegura.

Sobre este asunto abunda el entonces concejal del Partido Asturianista (PAS) en Oseja de Sajambre, Julián Morante, también pieza clave para la recuperación de la memoria en León.

Prisas por cerrar el episodio

«Al PP le corría prisa cerrar el debate del pozo grajero y precipitó el acto de enterramiento como si hubiese terminado todo. El PSOE, por su parte, se desmarcó de los primeros acuerdos», recuerda Morante, quien añade: «En 1999 la Diputación encarga al alcalde de Burón el enterramiento de los restos del pozo grajero y un entierro familiar. Así se cortaría la resonancia en la prensa. Todo ello salido de las ejecutivas provinciales del PP y el PSOE, ésta última con José Luis Rodríguez Zapatero como secretario provincial de los socialistas leoneses».

El acto homenaje se hizo en el cementerio de Lario. Allí acudieron los familiares, algunos nonagenarios, de las víctimas. Entre ellos estaba Abelardo González Muñiz. Reside en Tanda, en el concejo asturiano de Ponga. Es sobrino de Celesto Muñiz de Diego. Abelardo tenía cinco años cuando las fuerzas franquistas irrumpieron en casa de su tío y se lo llevaron cuando estaba comiendo. De ahí lo trasladaron al cuartel de San Juan de Beleño, donde siguió la misma suerte que parte de los arrojados al pozo grajero de Lario. El testimonio del único superviviente ha sido esencial para recrear los últimos momentos de la vida de estos represaliados.

Ruta hacia la muerte

Tras su captura fueron desnudados y atados de manos con finas alambres. Arrinconados en el cuartel asturiano padecieron brutales palizas. Sus ejecutores les pasearon y les llevaron a pie por un abruto camino desde las montañas de Peloña, en la vertiente asturiana, hasta la localidad leonesa de Lario. Allí fueron ejecutados y rematados, y después arrojados al pozo grajero.

El tío de Abelardo dejó dos hijas y una mujer. Supieron de su muerte de forma anónima. Alguien dejó una nota en casa de sus padres que decía: «No busques más a Celesto que lo echaron muerto al pozo grajero». Pasaron 61 años hasta que los restos de Celesto, como los de muchos otros, fueron exhumados y llevados al Juzgado de Cistierna, que llevó la instrucción del caso. «De aquella [por 1998] aún no se podía hablar mucho. En las primeras reuniones nos decían que no convenía que las cosas se fueran de madre. Todo el mundo quería taparlo un poco», asevera Abelardo, convencido de que «había miedo a que se señalara a algunas personas».

Pero él no quiso silenciar durante más tiempo la historia de su tío y de los que fueron ejecutados con él. «¿Cómo se puede callar eso? No se puede callar una injusticia tan grande».

Venganzas y celos personales

Abelardo opina que «eso no fue sólo una guerra, fue también una posguerra. Venganzas, celos personales..., todo valía para quitarse a alguien de encima». Y eso fue lo que ocurrió con su tío. «Un malquerer», repite. «El ejecutor de mi tío era amigo de mis abuelos, los padres de Celesto. Si quisiera lo podía haber salvado», se lamenta.

«Siempre dije que, cuando fuera mayor, me ocuparía de la muerte de mi tío», comenta ahora. Se fue en 1952 a Montevideo, donde estuvo 35 años. Al volver, renovó el recuerdo.

«De aquella, como no se podía hablar ni preguntar... Pero sabía que el ejecutor andaba por Castilla, así que pensé en encontrarme con él, y no con buenas intenciones. Mi idea era quitármelo de encima», afirma.

Abelardo cree que la memoria de su tío «no está recuperada» porque para ello «tendría que reconocerse lo que estuvo bien hecho y lo que estuvo mal». «Si hablamos -agrega- habrá quien le guste la Guerra Civil, pero a mí no me gusta ninguna guerra».

Peregrinación a Tanda

En la misma localidad asturiana reside el hijo y la nuera del único superviviente de las ejecuciones de Lario, Jacinto Cueto. En una conversación larga y relajada, Manuel y María confiesan que «mucha gente no quería saber nada de una historia que no es mentira». Su casa fue durante muchos años el centro de peregrinación para los familiares de muchos represaliados en la montaña leonesa. Pronto se corrió la voz de que el superviviente residía en Tanda y, con los años, la gente se ha ido acercando para conocer las últimas horas de los suyos.

Gracias a ese testimonio, hoy se puede poner rostro y biografía a muchos de los que fueron ejecutados en Lario, a pesar de la discreción que ha caracterizado a esta familia desde que fallaciera Jacinto. Él tuvo la «suerte» de no ser rematado antes de ser arrojado a la profunda sima, donde sobrevivió diez días hasta que un anónimo le sacó con una soga tirada por un burro. Jacinto estuvo seis meses oculto en el desván de su casa. «Y al que no le gustó, calló la boca», afirma María.

La perdición de un cabo A unos pocos kilómetros, en la localidad de Abiegos, reside María Florentina. «Lo embullaron , lo llevaron y lo echaron a una lierza allá por Castilla», dice al referirse a su cuñado José de Diego Sariego, que siguió la misma suerte que el grupo de Ponga. «Era un hombre muy listo. Estaba de cabo, ésa fue su perdición», se apena la nonagenaria.

Supieron de él «por uno de Castilla». No se habló más. Como tampoco se hizo del hermano de Florentina, a quien también lo mataron. «Era cobarde y lo ejecutaron cuando hacía la mili», dice.

Nueve años después de aquel episodio, llama la atención los pocos testigos directos que quedan. Los mayores han ido muriendo y en los jóvenes no queda memoria.

«Si estamos en democracia es porque hubo gente que murió para que España tuviese una democracia» PRIMO DEMARÍA, valdeonés, hijo de represaliado

«Mucha gente no quería saber nada de una historia que no es mentira. Vinieron muchos a preguntarnos por el paradero de los suyos» MANUEL CUETO, hijo del único superviviente

«José de Diego, mi cuñado, era un hombre muy listo. Estaba de cabo en el bando republicano, ésa fue su perdición» MARÍA FLORENTINA, familiar de represaliado

 


DIARIO DE LEÓN                              30-11-2007
 

Una escultura recordará a más de 30 paseados en La Virgen del Camino

La obra se colocará en el cruce a Fresno del Camino, a 500 metros de donde ocurrieron los hechos

La Asociación de Estudios sobre la Represión en León  (AERLE) espera que Zapatero inaugure la obra

Al lado de la carretera, donde ahora se cogen los desvíos a la salida de La Virgen del Camino para poder girar hacia Fresno del Camino, se levantará un monumento de granito y mármol para rendir homenaje a 33 paseados. La Asociación de Estudios sobre la Represión en León ha promovido esta iniciativa, que previsiblemente se inaugurará durante el primer trimestre del año próximo. La asociación espera contar para este acontecimiento con la presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El Espacio memorial de Valverde de La Virgen no se levantará en el lugar donde realmente ocurrieron los hechos, sino «en un lugar muy próximo, a medio kilómetros más o menos», como remarcó el alcalde del municipio, David Fernández, que explicó que el lugar exacto está ahora ocupado por las vías de acceso a la autopista a Asturias. El terreno donde se instalará ha sido cedido por el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Valverde ha acondicionado el espacio y levantado la base de hormigón donde se colocará la estatua. Los 10.000 euros que costará la instalación serán sufragados principalmente por la Fundación Sierra Pambley y también por la Asociación de Estudios sobre la Represión en León.

Desde la asociación, Encina Cendón destacó que el objetivo del Espacio Memorial de Valverde de la Virgen era un tributo a todas los paseados desaparecidos desde La Virgen del Camino hasta Astorga, donde se han identificado más de mil fosas. «Es un homenaje a todos los que murieron por defender un estado legalmente constituido, por ser demócratas», remarcó Cendón, que hace un llamamiento a la sociedad leonesa para que colabore en futuras identificaciones.

En la presentación del monumento, al que también acudió el edil socialista de Valverde Jorge Pérez, se ensalzó la figura de las tres mujeres que cuando murieron tan sólo tenían 20 años.

 

Dos materiales «muy fríos» para «templar la situación»

 «Dos materiales muy fríos, hierro y granito» serán los materiales con los que se honrará la memoria de los 33 paseados en Valverde de la Virgen. El escultor será Juan Carlos Rodríguez Uriarte, que señaló, entre una de las muchas posibles lecturas de la obra, la dos brazos que se abren ante el sentimiento de dolor. Sin embargo, matizó: «Es una pieza que pretende templar la situación, no es agradable que maten a nadie, ni de un bando ni de otro». Detrás de la escultura se plantará un árbol, «como símbolo de la soledad». En el granito, además de los 33 nombres de los paseados también estará esculpida una poesía escrita por el coordinador del Filandón de Diario de León, Alfonso García. La obra, que tendrá 4,30 metros de largo y 3,20 de altura. «Es mejor que nunca vuelva a pasar nada de esto», remató el autor de la escultura, Juan Carlos Rodríguez Uriarte, que señaló que la escultura costará 10.000 euros y que estará finalizada el próximo mes. La inauguración de la escultura, a expensas de que el presidente del Gobierno, José Luis rodríguez Zapatero, confirme su asistencia.

 

Un tributo a 33 personas

 Rafael Soto Soto

José Rodríguez Fernández  

(era de La Bañeza)

 

Andrés Fernández Bandera

 

León Moro Martínez

 

Felipe Fernández

 

Pío Segundo Álvarez Rodríguez

 

Francisco Giménez Belmonte

 

Benito Campelo Fernández

 

Luis Vega Álvarez

 

Julio Marcos

 

Antonio Bilbao Ausodeaga

 

Josefa Tacón

 

Patricio Mera Alonso

 

Fernando Rodríguez García

 

Ángel Arrollo Escún

 

Saturnino García Canal

 

Visitación Herrero

 

Vicente Simón

 

Antolín Lozano

 

Matías López López

 

Cipriano González

 

Teresa Monge Zapico

 

Serafín Casado Esteban

 

Victoriano Jerez Rodríguez

 

Marcelino San Antón Uriarte

 

Luis Pérez Luengos

 

Martín Martínez Fidalgo

 

Gabriel Liébana Blanco

 

Jesús Gaspar Fuertes Centeno

 

Gregorio González Aller

 

Domingo Gómez Menéndez

 

   

DIARIO DE LEÓN                       10-12-2007

 VÍCTIMAS DEL SILENCIO, Voces olvidadas...

                                        Zapato de un represaliado de la Guerra Civil, ejecutado y enterrado en una fosa común  >>>

El Auditorio acogerá el día 11 una exposición que rinde homenaje a miles de víctimas de la Guerra Civil en Castilla y León, así como la presentación de los dos volúmenes «Testimonio de voces olvidadas»

Fueron silenciados, acallados durante décadas. La Guerra Civil, con el triunfo de los militares golpistas, dejó sin voz a quienes fueron fieles al gobierno democráticamente elegido. Ahora, cuando corren tiempos para recuperar la memoria histórica, la Fundación 27 de marzo, creada por la UGT de Castilla y León, ha rescatado su historia y, dentro de ella, la de miles de víctimas. El Auditorio Ciudad León acogerá el día 11 la presentación de los dos volumenes del libro Testimonio de voces olvidadas, así como una exposición bajo el mismo título. Represaliados que sólo quedan ya en la memoria de sus familias. Héroes sin nombre. «Tampoco están los nombres de sus verdugos. No es éste el fin de este trabajo, que busca, no la venganza, ni la crispación, sino recuperar la memoria y la voz de aquellos que durante tantos años sólo se pudieron recordar entre susurros, y cooperar con cuantos luchan en la recuperación de tantas voces olvidadas», dice el texto el tríptico que se ha realizado para promocionar la exposición, organizada por la Fundación 27 de marzo y el Ministerio de la Presidencia, con la colaboración del Ayuntamiento, Caja España y la Fundación Vela Zanetti. En León, como ha dicho recientemente el poeta y Premio Cervantes Antonio Gamoneda, no hubo lucha en las trincheras, pero la ciudad se convirtió en un «paraíso» para los represores, que instauraron el crimen organizado. Muchos fueron ejecutados y arrojados a fosas comunes. Ahora ha llegado el tiempo de recordar. De dar voz a los silenciados... Lugar: Auditorio Ciudad de León. Día: 11 de diciembre, a las 20.00 horas. Horario: hasta el 28 de diciembre, de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 22.00 horas.


 Subir

Volver a Principal


Volver