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Nuestros Munícipes de Antaño (III) ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

 

1932. La Estable Penuria

José Cabañas González

 

    Retomamos la serie iniciada en los números de Otoño e Invierno del 2006, con la que pretendemos mostrar los retazos que de la vida municipal de nuestros ascendientes nos acercan las Actas que de las Sesiones de gobierno de los corporativos de antaño se han conservado. Toca así ocuparse ahora de lo que a aquellos regidores deparó el año 1932: en esencia, y como veremos, tranquilidad y carencia de grandes sobresaltos en la Casa Consistorial, más allá de los domésticos ocasionados por las estrecheces y necesidades que hasta casi anteayer han acompañado a nuestro Ayuntamiento:

       Comenzaba el año con los sangrientos sucesos de Castillblanco, a los que sigue cuatro días más tarde el luctuoso choque entre obreros y la Guardia Civil en Arnedo (Logroño), y en nuestro municipio continuaba ejerciendo de Alcalde Miguel Gordón Sanjuán quien lo venía haciendo desde el 26 de junio del año anterior[1], y bajo su presidencia se inicia, a las dos de la tarde, la primera Sesión de este año el día 4 de enero, lunes, en la que se discute y aprueba el Presupuesto municipal para el mismo, fijado en 22.093 pts. Las correspondientes a las dos siguientes semanas no se celebran por no comparecer al Salón de Sesiones suficientes Concejales, “sin duda por estar el día lluvioso”, se anota de la del día 11. El día 20 de enero, cuando la cuenca del Llobregat se ha alzado y la CNT ha llamado a la huelga general, celebran nuestros corporativos Sesión extraordinaria con el principal objeto de exigir a los Recaudadores y Depositarios de los fondos municipales (anteriores y actuales) que rindan sus cuentas, algo ya pretendido y sin resultados desde al menos el verano anterior. Tampoco comparece ahora, ni se revisa su balance, el antiguo Depositario, Matías Vivas Pastor, que alega no hacerlo “por estar cociendo cacharros” y promete comparecer en la próxima Sesión. De los Recaudadores, Tomás Rubio Esteban no presenta documentos de pago ni listas cobradoras, y Gaspar Cabañas González muestra “su cuenta de ingresos y de varios contribuyentes que dice él son insolventes”, por lo que se le solicitan, también para la próxima, los expedientes de apremio que justifiquen dichas insolvencias, apercibiéndolo la Corporación, al tiempo que autoriza hacer la liquidación al actual Depositario Francisco Cabañas Carnicero. Presentaron cuentas en esta Sesión, Isidro González Carnicero de 22,50 pts. por adobes que se le compraron para el Cementerio de Jiménez, cuya construcción aún continuaba, y Vicente Prieto Fernández  y Julián González Cuesta de 25 pts. por  trabajos prestados en la exhumación del cadáver de D. Francisco Vivas Cabello[2]

       Mientras por estas fechas el gobierno disolvía la Compañía de Jesús y confiscaba sus bienes, difícil seguía resultando para nuestros regidores disponer de los fondos municipales que unos recaudaban y otros retenían, y así, en la siguiente Sesión ordinaria, la del 25 de enero, no comparecieron ni los actuales Recaudadores ni el Depositario de los años anteriores, por lo que la Corporación nombra a Alfredo del Riego, Procurador de los Tribunales y vecino de La Bañeza, Agente Ejecutivo, “sin haber ni indemnización alguna más que las dietas legales, que se encargue de los débitos que le afectan y que muy particularmente vaya contra los funcionarios Recaudadores por la urgencia que el caso requiere”. Sigue a esta Sesión otra, el día 1 de febrero, que se sustancia sin ningún asunto que tratar, y que precede a la del día 8 del mismo mes, en la que, próxima la Clasificación de los soldados, se nombra Médico para reconocer a los Quintos al titular del Ayntamiento, Don Anibal Becares Más, y Tallador para medirlos al Alguacil Manuel Peñín Gordón, vecino de Santa Elena, a quien se encarga además recaudar para el Ayuntamiento el impuesto establecido en su día de 2 pts. por cada cerdo sacrificado el año anterior, gratificándolo con 60 pts. del Presupuesto. Los concejales del pueblo de Jiménez dan cuenta de la completa terminación de su Cementerio municipal y urgen el preceptivo aviso a la Junta Municipal de Sanidad para su inspección, informe, y apertura si procede, y la inmediata clausura del viejo camposanto, “que carece en absoluto de condiciones higiénicas”. Se acuerda se personen los Concejales en el Cementerio y examinen la obra realizada, restando así gastos a la propuesta del concejal jiminiego Rafael Mateos Cela de nombrar dos Peritos constructores “para que la inspeccionen y aprecien la proporción equitativa entre los materiales invertidos y los pagos realizados”.

       En la Sesión del 15 de febrero se delibera sobre la oportunidad de incautación de los Cementerios Parroquiales de Santa Elena y Villanueva, conforme a lo dispuesto en el Decreto del Ministerio de Justicia del 30 de enero sobre secularización de Cementerios[3], y por unanimidad la acuerdan los seis corporativos concurrentes, “inmediatamente, por considerarlo muy acertado y justo y teniendo gran satisfacción en su cumplimiento, requiriendo para ello a los curas párrocos para que entreguen sus llaves al Alcalde”.[4] En la siguiente semana, el día 22, no se celebra Sesión al no haber comparecido suficiente número de Concejales. En la del 29 de febrero se estudia la reiterada reclamación de un vecino de la calle Gerguería, en el sitio de “El Tejar”, en Jiménez, contra otro, por construcción de una pared que corta la vía pública perjudicando el libre tránsito e incorporando para su casa un terreno que no le pertenece. Se acuerda la personación en el lugar de la Comisión de Policía Urbana y Rural, para informar en el Pleno siguiente lo que proceda.

       El 7 de marzo se celebra Sesión ordinaria, y en ella informa el Alcalde de la comunicación del Gobernador Civil (lo era Francisco Valdés Casas) por la que se autoriza la apertura del nuevo Cementerio municipal y el desuso del viejo, lo que, dada la urgencia del caso, decide la Corporación se haga desde este momento, y se informe por Bandos al vecindario. Presentó el vecino de Jiménez Gregorio Blanco Martínez una cuenta de 90 pts. por el hierro de las puertas de dicho Cementerio, e informó también el primer regidor de la renuncia al cargo que en tal día ha hecho el Recaudador de Impuestos del Ayuntamiento, “por impedirle continuar sus asuntos particulares”, y vista la urgencia de recaudar pagos, se decide nombrar a otro, solvente y de confianza, que lo sustituya, previo anuncio de la vacante en el Boletín Oficial de la Provincia.   

       A las dos siguientes Sesiones semanales no comparece Concejal alguno. En la del 28 de marzo se nombra Recaudador, cumplidos los requisitos y plazos legales, al único solicitante del puesto, Tomás Álvarez Peñín, de Jiménez, y se comisiona al Secretario[5]  para entregar en la Jefatura de Estadística los Boletines para el Censo Electoral. En la sesión del día 4 de abril señala el Alcalde la necesidad de proceder al nombramiento definitivo del Recaudador, toda vez que en la anterior no estuvieron presentes los Concejales en número suficiente (tres y el Regidor, habían concurrido), y por unanimidad deciden, “después de detenido debate”      que se anule aquel acuerdo y se exponga al público la vacante por ocho días más en los tres pueblos, “puesto que al parecer, los edictos fijados en el pueblo de Jiménez nadie los ha visto, sin duda por haberlos hecho desaparecer”. Acuerdan además la necesidad de efectuar el Apéndice al Amelloramiento (?)[6] para el próximo año, y que por la Junta Pericial se realice el recuento de ganados.

       Por orden del Ministro de Agricultura, Marcelino Domingo, se estaba importando trigo, y aquí, nuestros capitulares se reunían el 18 de abril para ver un escrito de la Tesorería Provincial de Hacienda, que urge al Ayuntamiento a realizar con la Junta Pericial el deslinde de las fincas de quienes adeudan cuotas de contribución por Rústica y Urbana. Así se acuerda hacer, de urgencia, y como uno de los componentes de aquella Junta en Jiménez, Manuel Rubio, es Peón Caminero de Carreteras y no puede asistir cuando aquella se reúne, y otros no conocen bien los predios por no ser del pueblo, se nombran sus ayudantes “en tan ardua y difícil tarea” a Santos Peñín González y Vicente Vidal Pérez; en Santa Elena se designa, por lo mismo, a Eugenio García Peñín. Se somete después a votación el definitivo nombramiento del Recaudador de Impuestos entre el ahora nuevo aspirante, Domitilo Martínez Lobato, también vecino de Jiménez, y el antes anulado Tomás Álvarez Peñin, y como ninguno obtiene en ella mayoría, se acuerda repetirla en el Pleno extraordinario del día 21. En esta fecha discuten de nuevo los Concejales la urgente designación del cargo, y de nuevo sin acuerdo, la votan y resulta así nombrado Tomás Álvarez, quien ofrece por su fiador a Pedro González García, labrador jiminiego, con las obligaciones que al cargo se estipularon en la Sesión del 25 de abril de 1930.

       A los cuatro Plenos posteriores convocados no comparecen Concejales suficientes, y en el del 23 de mayo se estudia el escrito de respuesta del Sr. Inspector General de Agricultura, Industria y Comercio, del servicio de Pósitos, al de petición de nombramiento de Agente ejecutivo para el de Jiménez, que señala estar nombrado Francisco Nistal Rodríguez, a quien se han de entregar los descubiertos de tal Pósito[7], y como aquel ha fallecido, se faculta al Alcalde para que proponga a la Inspección su sustitución por persona competente. Se coteja con las listas de la Junta de Sanidad la factura presentada por el Farmacéutico titular del Ayuntamiento D. Carlos Fernández Alonso, que reside en La Bañeza, por 764,65 pts. de medicamentos  suministrados a pobres de la Beneficencia municipal en el año 31, y como incluye 60,50 pts. de gasto de cuatro personas no integrantes de las listas, se le cita al próximo Pleno para examinar sus cuentas y conminarle a fijar en el Ayuntamiento su residencia. Aprobó además la Corporación remitir de nuevo el expediente de subvención del estado para Escuelas (que la correspondiente Inspección había devuelto), algunas cuentas, y los haberes de los empleados municipales.

       A la Sesión extraordinaria del 29 de abril no asistió, desde luego, el Farmacéutico. Si lo hicieron todos los Concejales y los siete miembros de la Junta Pericial, aprobando los Índices de Amelloramiento para el año 33 y remitiéndolos a la Administración provincial de Rentas Públicas, después de su preceptiva exposición en los sitios de costumbre sin reclamación alguna. No se celebran las siguientes seis Sesiones convocadas por no asistir suficientes Concejales, en algún caso “por estar el día lluvioso”, y no reanudan nuestros Corporativos sus reuniones hasta la extraordinaria del día 1 de julio.

       En el Pleno de aquella fecha presenta el Secretario cuentas por una serie de viajes realizados a la capital, por motivos de las Quintas y del Censo Electoral, importándole 25 pts. cada uno, y de otros del Alguacil a La Bañeza, que le cuestan cada uno 10 pts.; se presentan otras por materiales para la Escuela de Niñas de Santa Elena y para el Cementerio de Jiménez; por tallar los Quintos de 1931 y por material de Elecciones de ese año; por 25 pts. del seguro de la Casa Consistorial, por 10 pts. del retrato de Alcala Zamora, y por 29 pts. de la placa de la plaza mayor dedicada en Jiménez a Pablo Iglesias[8]. Se presentaron, además y entre otras, dos cuentas, una de 9 pts. por socorrer a dos pobres transeúntes, y otra de 15 pts. “por enterrar el Alguacil a un mendigo que murió en la vía pública cuyo cuerpo se hallaba descompuesto”. Se trataron más asuntos en tan apretada Sesión: se acordó requerir de nuevo al Farmacéutico titular a fijar su residencia en cualquiera de los tres pueblos del municipio, conforme a su obligación de funcionario, con apercibimiento de declarar vacante su plaza de no hacerlo; lo mismo se requiere del Médico y del Veterinario. Decidieron los munícipes estudiar más a fondo  la distribución del Cupo del Repartimiento General de Utilidades para el año corriente, y acataron la orden del Delegado de Hacienda de incrementar el Presupuesto municipal, que éste les ha devuelto sin aprobar, en un 5% para atenciones sanitarias, “elevando protesta fundada y haciendo constar que lo ven con disgusto por atentar contra la economía municipal, sin que reporte beneficio alguno”.

       En la Sesión ordinaria del 4 de julio deciden nuestros ediles trasladar, en tanto dure el estío, los Plenos a las 9 de la mañana de los domingos, “para poder concurrir con mayor asiduidad y sin menoscabo para las labores agrícolas”. Son enterados por el Alcalde de la urgencia en distribuir el Cupo del Repartimiento “para cubrir el déficit del Presupuesto municipal”, y que las Comisiones atinen las Utilidades para el año actual. Deliberaron sobre la cantidad que toca a cada pueblo, según normas de años anteriores, y no habiendo acuerdo unánime, consideran el Cupo total, por las 19.000 pts. de ingresos del Presupuesto de este año, para que las Comisiones y la Junta de Evaluación hagan su estimación. En la última semana de este mes se hallan las Misiones Pedagógicas en la cercana Cabrera, y aquí las cinco Sesiones ordinarias siguientes a aquella no se realizaron, por no haber asistido suficientes Concejales, de manera que tuvo lugar la siguiente, extraordinaria, el 19 de agosto, después de haberse promulgado el 28 de julio la Ley de Orden Público, y de la sublevación militar de Sanjurjo el día 10 del mismo mes, que ocasionó en nuestra tierra la suspensión de dos diarios astorganos[9], y que parece no haber turbado las habituales preocupaciones y desvelos de nuestros capitulares en su cotidiano y acostumbrado batallar con y contra la permanente y rampante penuria de las escuálidas arcas municipales.

       En el Pleno de aquella fecha se pretendió distribuir entre los tres pueblos el Cupo del Repartimiento, tratando la Junta de Evaluación “de que se lo den distribuido como en años anteriores”; no hubo acuerdo, “por entender que debe cada pueblo pagar menos que lo asignado en los años precedentes”, y se pospuso su debate al próximo Plenario. Informados del cargo de 3.381,35 pts. contra el exDepositario Matías Vivas, se acuerda requerirle su ingreso, en el plazo de 8 días o por la vía de apremio; idéntico procedimiento se sigue por los cargos que les resulten hasta la fecha a los ExRecaudadores, Gaspar Cabañas y los herederos de Tomás Rubio, y se nombra (de nuevo) a Alfredo del Riego para ejecutar el apremio de dichos exfuncionarios municipales. Se da cuenta además de sendas y reciprocas denuncias entre tres vecinos de Jiménez por motivo de la casa que uno de ellos construye en el camino de Carropenillas. A pesar de fijarse los jueves para realizar las Sesiones en segunda convocatoria cuando no asistan a la primera suficientes Ediles, no se celebran las seis siguientes hasta la ordinaria del 29 de septiembre, y en la convocada para el día 18 queda recogido el celo de los ediles de la minoría socialista Simón Bolaños y Rafael Mateos[10], quienes “no se hacen solidarios de la apatía de los demás Concejales que sistemáticamente no comparecen, y suplican al Alcalde lo ponga en conocimiento del Gobernador Civil, para la buena administración municipal”.

       En ese mes de septiembre se habían aprobado las Leyes del Estatuto de Cataluña y de Reforma Agraria, y reunidos nuestros corporativos el día 29, ceden el libro de actas de la antigua Junta Local de Primera Enseñanza al Consejo Local, que la ha sustituido y carece aún del mismo. Abonan al Juez municipal 28 pts. adelantadas por los libros del Juzgado, para el que habilitan local en la misma Casa Consistorial, “bastante adecuado, sin instalación de luz, por carecer de los elementos básicos para ello en el Municipio, y calefacción de brasero, la misma que utiliza este Ayuntamiento”. Enterados del apremio que la Diputación les hace por débito de aportación municipal, requieren al actual Recaudador de Impuestos para que ingrese lo que adeuda, “ya que no ha entregado en arcas cantidad alguna de consideración”. Aprobaron una cuenta de 50 pts. por un millar de ladrillos facilitado por el jiminiego Ángel Martínez Murciego para nuestro Cementerio municipal, y la liquidación de Cédulas de 1931, y siendo la época más oportuna para el cobro del impuesto del Repartimiento General de Utilidades del presente año, acuerdan que los Vocales de su Junta y Comisiones lo confeccionen de inmediato, e “informar a la autoridad de los que se nieguen o pongan obstáculos gratuitos e injustos, por entorpecer con ello la buena marcha municipal”.

       No se celebraron las siguientes cuatro Sesiones convocadas, hasta la extraordinaria del 4 de noviembre, en la que por Oficio del Gobernador Civil, que ordena el pago inmediato, conocen de la denuncia del Farmacéutico titular por el importe de los honorarios que la Corporación le adeuda. Acuerdan “tener el mejor deseo de pagarle”, y estiman que “no tiene razón para quejarse puesto que se le citó  para que compareciera con las recetas y facturas, y no lo hizo”; se le libran los pagos de su haber personal y el de 699,25 pts por recetas. La Corporación y la Junta Pericial deciden aprobar los Repartimientos de Rústica, Pecuaria, y Urbana para el año 1933, de los que antes se dio cuenta, al igual que de la Circular de la Diputación Provincial llamando a los Ayuntamientos a que pidan caminos vecinales, aprobando solicitarlo de Santa Elena a Jiménez y de aquí a Herreros de Jamuz, “por hallarse intransitable, y dar con ello trabajo a muchos obreros que lo necesitan en este Municipio”. Se cita a los exDepositarios y exRecaudadores, y a los actuales, para el siguiente Pleno, que será el extraordinario del 24 de noviembre, toda vez que no se celebraron los anteriores ordinarios convocados, alguno de ellos “sin duda por hallarse el día de lluvia”.

       En la mencionada fecha se toman cuentas al exDepositario, por 1.077,72 pts., quien está presente y conforme con realizar su ingreso, y a los tres hijos herederos del ya difunto exRecaudador, por 1.558,35 pts., que ingresan después de serle deducido “el papel que su padre les dejó incobrable” por el Impuesto General de Utilidades de diferentes años y otras cantidades de diferentes deudores, y que ascienden a 617,40 pts. Asiste también el Farmacéutico, que presenta la definitiva factura de pobres de la Beneficencia municipal, incrementada ahora hasta las 745,25 Pts., y cuyo pago ordena el Alcalde. Los siguientes cinco Plenos convocados no tienen lugar por falta de suficientes Concejales, y coronan nuestros munícipes el último del año, celebrado el 27 de diciembre. En él se les informa de dos nuevas Circulares, del Gobierno Civil una y de la Diputación la otra, ambas relativas a la conveniencia de construir en la capital un Hospital y un Manicomio. Acuerdan, antes de la definitiva confección del Presupuesto municipal, se requiera a los deudores al Ayuntamiento (una vez más, como ya se había hecho, con escasos resultados, en la primera Sesión del año y en otras posteriores, y como se les continuaría por largo tiempo demandando, al igual que ocurría en otros muchos lugares -como Grajal de Campos, según el investigador Martínez Encinas-, en los que “se retardaba la entrega de lo recaudado en las arcas municipales por desidia propia o por morosidad de los vecinos”), como son el exDepositario Matías Vivas aún por la cantidad señalada y conforme en el anterior Pleno, al exRecaudador Gaspar Cabañas, y al Depositario y Recaudador actuales, Francisco Cabañas, y Tomás Álvarez, “para que presenten sus cuentas e ingresen por sus resultados lo que se les alcance”. En tanto no cesaban las dificultades de nuestros esforzados Corporativos para disponer de los ingresos recogidos y custodiados por sus funcionarios, tampoco concluía el goteo de gastos municipales, y así en esta postrera sesión han de ocuparse en autorizar una serie de pagos por las abundantes cuentas presentadas, mientras en el horizonte del país se fraguaban los altercados y levantamientos anarquistas en Cataluña y Casas Viejas que el inicio del nuevo año traería.

 Ourense, abril de 2008.

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[1] Desde la Sesión del 27 de julio del mismo año ejercían los Tenientes de Alcalde 1º y 2º Honorio de Blas Álvarez, y Antonino Rubio García. Eran los restantes Concejales los siguientes: Maximino Chana Alonso, Domingo González Esteban, Victoriano Dominguez Peñín, Rafael Mateos Cela, Tomás Cabañas Carnicero, Simón Bolaños González, y Vicente Murciego Fernández.

[2] Había residido en el actual número 8 de la calle del Valle, y fue desenterrado al menos dos veces, en busca de evidencias forenses, que no se encontraron, de intencionalidad en su muerte accidental.

[3] Por las mismas fechas se había también establecido la Ley del Divorcio.

[4] El Cementerio Parroquial de Jiménez no es incautado, seguramente a causa de la inmediatez de su clausura una vez que el nuevo y municipal estaba a punto de ser inaugurado.

[5] Lo era Pedro del Palacio desde años atrás (ya aparece como tal, al menos, en 1918), y lo sería después durante muchos años. En 1941, al menos, figura además en el cargo de Jefe Local de Falange en el Municipio. (Sumario 931/41).

[6] ¿Actualización anual de las cuotas correspondientes al impuesto del Repartimiento General de Utilidades?

[7] Eran los Pósitos especie de bancos agrarios, adscritos al Ministerio de Agricultura dentro de su Servicio Nacional de Crédito Agrícola.

[8] Su colocación se había aprobado en la Sesión del 2 de noviembre de 1931.

[9] “El Pensamiento Astorgano”, católico, y “La Luz de Astorga”, conservador. Suspendidos del 11 al 27 de agosto de 1932. (Según la reciente obra “Las Elecciones Generales de 1936 en León y su provincia”, de Juan Manuel Martínez Valdueza y Catalina Seco Martínez).

[10] Ese celo en la representación y defensa de los intereses municipales de sus convecinos no les evitó (si no les propició, si cabe) formar parte de los 17 asesinados y desaparecidos de Jiménez de Jamuz cuatro años después, en la madrugada del 20 de septiembre de 1936.

 


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