La escultura de exaltación de la alubia medirá seis metros de altura
El diseño, de Carnicero, aludirá a la mano del agricultor que contempla el fruto de la tierra. El Ayuntamiento reserva 30.000 euros de presupuesto para su ejecución.
07/07/2009 | la bañeza
«Es la idea de la mano como cuenco. La mano que recoge la alubia y la contempla». Con estas palabras explicó ayer el arquitecto Luis Pedro Carnicero parte de la significación de la escultura de exaltación de la alubia por él diseñada, que el Ayuntamiento de La Bañeza ubicará en la calle Ramón y Cajal.
La obra, que ayer fue presentada a escala, medirá seis metros de altura por tres de diámetro, y, según la idea inicial del artista, será realizada en bronce patinado y su interior irá pulido, mientras que la alubia será lacada. El consistorio dispone de treinta mil euros de presupuesto para abordar el proyecto y el alcalde, José Miguel Palazuelo, señaló que el Ayuntamiento lo inaugurará coincidiendo con la próxima alubiada, el tercer fin de semana de septiembre.
Carnicero explicó que la obra se compone de «un brazo que avanza y que se extiende», y de «una esfera como abstracción de la mano, que queda como un cuenco», y que sostiene la alubia. El artista seleccionó como modelo la alubia que le pareció «más bella». «El momento más hermoso fue el de tallar la alubia, por las curvas que tiene, y por ese punto imperfecto de la legumbre, que yo llamo el lunar de Conchita Velasco, porque descubrí que era de mentira y que se lo ponía de vez en cuando», explicó el autor. Carnicero, que consideró que esta imperfección contribuye a la belleza de la alubia, indicó que su propuesta alude «al agricultor hecho mano, hecho cuenco, que contempla el fruto» una vez lo extrae de la tierra. Además, de la mano brotará agua, que caerá a un estanque.
Carnicero aclaró que los talleres con los que había consultado «consideraban difícil construir la esfera», y advirtió de la posibilidad de que, por motivos de realización, los materiales y acabados previstos inicialmente para la escultura tengan que ser modificados.
«Embellecer la ciudad» . Palazuelo, junto al que también compareció la concejala de Cultura, Carmen de la Torre, resaltó que la alubia «identifica y caracteriza a la ciudad», y consideró que la obra «es una forma de embellecer la ciudad con el trabajo de un artista local». Recordó otros conjuntos escultóricos de Carnicero en La Bañeza, como el monumento al centenario de la ciudad, «que es una escalera de cien peldaños», dijo, y fuera de ella.
Carnicero consideró «bien escogido» el emplazamiento para la escultura, en una zona que hace años gozaba de gran actividad «y era el contrapunto a la plaza Mayor», dijo. Además, la calle Ramón y Cajal presenta, apuntó el alcalde, unos arreglos florales en sus jardines que representan también distintas variedades de esta legumbre emblemática para la ciudad.
A propósito de alubias:
A finales del año 2008 y principios del 2009 algunas personas y entidades preocupadas por la Memoria Histórica y por la conservación de los elementos y documentos que dan cuenta hoy y debieran de seguir dándola en el futuro se alarmaron cuando descubrieron que estaban a la venta en internet los archivos de Carlos Pinilla, que había sido Gobernador Civil en los primeros años 40 de Zamora y de León. Entre esos documentos los había que eran y habían sido públicos y estaban ahora en peligro de ser sustraídos al conocimiento y uso público para terminar en manos del mejor postor, en manos privadas. Entre tales documentos, de incalculable valor bajos múltiples aspectos, sobre todo para la historia contemporánea de Zamora y de León, los había referidos al singular grupo de influencia en aquellos tiempos constituidos por los almacenistas y comerciantes de alubias bañezanos, los que en dicha documentación aparecen referidos como "El trust alubiero" (la empresa Exportadora Bañezana). Estos documentos tienen desde luego un especial valor para la historia local de La Bañeza.
Pues bien, mientras hubieron de ser ciudadanos particulares quienes lanzaran la voz de alarma para impedir tamaño despropósito y que documentos oficiales y públicos terminaran en manos de particulares, consiguiendo (no sin dificultades) que se interesaran por ellos instancias académicas y universitarias (de la Universidad de Salamanca, por cierto, y no desde instancias oficiales de Zamora ni de León, donde si llegó a haber interés, no fue el suficiente para promover acciones eficaces en pro de salvaguardarlos de la rapiña privada), de tal modo que se posibilitó que desde un cierto momento se ocuparan del asunto desde la Direcciónn General del Libro, posibilitando que terminaran depositándose en Salamanca, en el Centro Documental de la Memoria Histórica.
Desconocemos que desde La Bañeza, desde su Ayuntamiento, su Alcaldía, o desde estamentos relacionados con los actuales intereses alubieros, se manifestara entonces el más mínimo interés por esta documentación histórica tan cercana a La Bañeza, y mucho menos que se hiciera el más mínimo gesto tendente a que la misma terminara donde debía: en un Archivo público a disposición de cualquiera que desee consultarla. Es más: nos asombraría conocer que en tales instancias bañezanas llegaran, entonces y ahora, a enterarse de los avatares y peligros que acecharon a documentación tan importante para cualquier interesado en la historia cercana de Zamora, León y La Bañeza, y que hubiera debido de suscitar en ellas y en sus responsables el interés que, como creemos, no produjo. Por la alubia, por su historia y la de sus gentes, por sus intereses, se puede, y se debiera desde los poderes públicos y desde las entidades que los gestionan hacer algo más que erigir estatuas.
José Cabañas.
Un par de enlaces a noticias sobre lo que supuso el rescate de los documentos para el Archivo salmantino: