Aquí el joven valeroso y bueno, que desde el primer momento se entregó a luchar por Dios y por España.

n. 1914

¡Valeroso! Por su ánimo, constante firme y sereno, organizando la Falange en su pueblo y luchando contra los enemigos de su Religión y de la Patria.

¡Bueno! Su corazón noble y valiente, frente a sus enemigos; no era menos compasivo al lado del menesteroso, del anciano y del niño.

Dios lo quiso para Sí, para hacer la guardia «sobre los luceros», y después de hallarlo digno, probado, durante los diecisiete meses en el frente de batalla, y siempre en los puestos de mayor peligro, triunfó, frente a Teruel y en S. Blas, la víspera de su onomástica fiesta.

Manolo, tus amigos, ante el Niño Jesús, no te olvidan; los de tu escuadra, los de tu centuria, los que tú llevaste a Falange, los de tu pueblo. .Manolo Gordón: ¡Presente! Y hoy, un recuerdo también para aquella hermana, tuya, que hoy triunfa contigo. Gloria a María Gordón, Mártir de la Patria.

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En su humano dolor, acompañamos a sus padres Justo y Saturnina a la vez que como católicos y españoles, les felicitamos por su cristiana resignación. Justo y Saturnina, padres de mártires, padres de héroes, padres de soldados: Dios lo premiará. La Patria os lo reconoce y os admira.—El cronista.

Jiménez, enero del II Año Triunfal.