RECORTES DE PRENSA
(Años 2001 - 2002 - 2003 - 2004 - 2005)
(Cuestiones Afines)
LOS RECUERDOS DEL POETA ANTONIO GAMONEDA
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Marcos Taracido: ¿Y la muerte?
Antonio Gamoneda: La muerte... por ahí anda. Teóricamente más cerca de mí que de vosotros, pero yo ya estoy en una situación en la cual puedo verla, y no solamente verla sino sentirla; yo la siento, cuando medio cuerpo se me queda paralizado, cuando desaparece la capacidad de dormir, cuando la libido se amortigua, cuando te duele todo, cuando para escribir tienes que ir cargado de pastillas... simplemente hay una destrucción de elementos neuronales, celulares... yo que sé, hay una percepción física de la cercanía, no es un invento. Por otra parte, la muerte no está en mi escritura desde que aparece esa percepción física, sino desde mucho antes, pero está de una manera que si leéis con un poco de atención yo creo que hay diferencias; es una presencia intelectual. ¿Cómo se justifica la presencia intelectual? Yo creo que El cuerpo de los símbolos dice algo de eso. Mi madre era una enamorada constante de su hombre... desde niño me hablaba constantemente de la muerte de mi padre, y luego, en León tuve un observatorio "privilegiado” de la muerte relacionada con la guerra civil. Desde muy pronto, cuando yo empecé a pensar un poquito la muerte estaba en mí, pero no estaba gratuitamente por una propensión a la falacia patética, yo pienso que no. Yo fui —y ahora retomo tu palabra— oprimido por mi madre en el sentido de que me hizo soportar la noción de la muerte muy pronto, inocentemente, pero me lo hizo soportar, y porque yo oía cómo sacaban a los hombres de casa a las cuatro de la madrugada a las tres de la madrugada... los gritos de las mujeres... encontraba pocos años después muertos en las cunetas de donde yo vivía, y veía los presos que pasaban por debajo de mi casa e iban a San Marcos, y los que no volvían, que eran casi todos... Y cosas más sensibles... Una vez, por la estupidez de un vecino Guardia Civil que estaba en el penal de San Marcos, me llevó allí para enseñarme un caballo disecado —tú habrás visto que los caballos aparecen bastante en mi poesía— . Yo tenía 6 ó 7 años y en San Marcos, que había sido escuela de veterinaria, había un caballo disecado. Y el Guardia Civil iba a enseñarle al niño el caballo. El niño además del caballo vio otras cosas porque tuvo que pasar por delante de ventanas, y en una de ellas vi a unos presos que estaban regando y barriendo la sangre de los fusilamientos de hace un rato. En otra ocasión me encontré a uno que habían paseado —vosotros sabéis lo que es pasear ¿no?—, en la cuneta, cerca de casa... bueno, la muerte era un acontecimiento diario. Esos son mis datos, no son los del aborrecimiento de la clase en qué nací.
Agosto,2001.Entrevista/Conversación con Antonio Gamoneda.
DIARIO DE LEÓN
Victoriano Cremer 24-09-2002
LOS DESAPARECIDOS
El fervor de familias víctimas de la Gran tragedia del año treinta y seis y siguientes, está haciendo posible que se remuevan las tierras mártires de España, bajo las cuales fueron escondidos miserablemente los asesinados durante la guerra, la anteguerra y la posguerra.
Los socialistas, a los cuales correspondió la tremenda carga dolorosa de los muertos, han promovido una proposición no de ley por la que se insta a la Administración a colaborar activamente en la obra sagrada de la recuperación de los sagrados restos.
Gentes misericordiosas de Laciana, del Bier-zo, de León entero, se echaron al monte, esta vez no para pelear, sino para sacar a la luz de la verdad el crimen.
Centenares, miles de seres humanos, hombres de pelo en pecho, muchachos todavía con el sabor de la leche materna en la boca y muchachas en flor, fueron perseguidos y cazados y finalmente entregados al verdugo de las «Brigadas del Amanecer» para que resolvieran el pleito de la forma establecida por el mando: la ley de fugas, el tiro por la espalda, el ahorcamiento con alambre de espino.
Fue todo una brutalidad tan descomunal que al cabo de más de medio siglo transcurrido todavía las gentes de buena voluntad, que también las hay, ponen cara de asombro ante el descubrimiento de los siniestros episodios.
Dicen que se trata fundamentalmente de la Recuperación de la Memoria Histórica, tal vez, porque lo cierto es que todavía no se ha escrito la historia real de tanta enormidad, ni por supuesto, la oprobiosa colaboración con que las repúblicas democráticas se apresuraron a cerrar la gran herida nacional. Aquellas enormísimas traiciones de Francia, de Inglaterra, de los Estados Unidos resultaron páginas manchadas en la historia universal. Y los españoles caían mientras siniestramente en montes y arboledas.
Y así que pasaron unos años pareció como si nada hubiera ocurrido, como si todo lo que se contaba fuera el resultado de un mal sueño, de una pesadilla, de una convulsión de sangre y odio. Y los muertos fueron desvaneciéndose lentamente, sintiendo sobre sí el paso de sus gentes, buscando su aliento entre las rocas y los árboles.
Transcurridos sesenta y seis años de aquel primer disparo al aire y los hijos de aquellos sometidos a escarnio y muerte bestial, ya quizá sintiendo también la llamada última de la tierra, se le van a plantear al país, precisamente bajo el signo de una derecha inocente, la acción reivindicativa de facilitar la recuperación de tantos muertos socialistas, comunistas, anarquistas, republicanos, ¡que esa sí que es la memoria histórica -bajo la tierra Santa de León...!
Sí, pero ¿y aquellos desaparecidos de los cuales nadie puede dar noticia, porque a nadie se le ocurrió pensar en la posibilidad de un tercer día de resurrección? ¿Dónde están? ¿Quién da fe de ellos? ¿Cómo pueden ser compensados y reconocidos? ¿En qué registro figuran aquellos que eran arrancados de sus casas para tomarles declaración en la Diputación Provincial, (que fue donde quedó establecido el juzgado de Orden Público), de los cuales, una vez entregados en la trampa ya nadie daba cuenta de su paradero? ¿Y los que eran puestos «en libertad» en San Marcos y desaparecían sin dejar rastro? ¿Quién reza por ellos? ¿A qué monte, bajo qué arboleda sangrienta se les puede ir a buscar?...
No es poco que al fin, el partido socialista, una de las víctimas más sacrificadas, haya apretado los resortes de la Recuperación histórica. Pero mucho nos tememos que, como suele suceder en peripecias históricas en las cuales todavía permanecen sus protagonistas y sus agonistas, se acabe por cubrir el expediente escribiendo un texto emocionado con la inevitable invitación a que dejemos en paz a los muertos.
¿Pero cómo pueden tener paz los muertos a mano airada, con nocturnidad y alevosía, abandonados en cualquier repliegue de la tierra, como si así se pudiera ocultar el crimen? Porque como diría Machado ante la muerte alevosa de Lorca, «El crimen fue en Granada».
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Victoriano Cremer, figura de excepcional importancia en la cultura y las letras leonesas, conoce en primera persona la represión de la que aquí habla. Directivo en León en julio del 36 del Partido Sindicalista de Ángel Pestaña, fue él mismo represaliado y encarcelado un tiempo en el siniestro Campo de concentración de San Marcos. Lo que allí vivió y por lo que allí pasó nos lo ha dejado magistralmente plasmado en su obra EL LIBRO DE SAN MARCOS, absolutamente recomendable, por otra parte.
DIARIO DE LEÓN
Sábado, 28 de Septiembre de 2002 Recuperación de la memoria histórica
TRIBUNA
Es curioso que coincidan en el tiempo la exposición «Memoria y Exilio», organizada y promovida por la fundación Pablo Iglesias de Madrid, con el acto-homenaje que los socialistas leoneses celebramos este fin de semana en El Bierzo. Aparece una fosa común de soldados republicanos, de luchadores por la democracia y la libertad, y los socialistas nos volcamos emocionadamente en un reconocimiento póstumo de los que murieron defendiendo su sueño de una España mejor.He oído decir muchas veces que las historias de la Guerra Civil, por ejemplo estas historias, no son más que mitología de la izquierda, y quisiera hoy expresar mi opinión de que no son mitología, sino que se trata más bien de una épica. La épica realista del sufrimiento de hombres y mujeres asesinados por defender sus ideas de progreso y justicia hasta el final.
Deseo expresar a título personal mediante estas líneas un tardío pero intenso reconocimiento a las personas que yacen anónimamente en esas tumbas. Reconocimiento que se extiende a toda una generación derrotada, muertos o exiliados interior o exteriormente, los cuales nos enseñan aún ciertas lecciones valiosas.Sin revanchismo, con tolerancia, con espíritu ecléctico y constructivo, la memoria histórica ha de enseñarnos la gran lección del diálogo, del punto de encuentro, pues en política las posturas dogmáticas e inamovibles pueden llevar, en último término, a un conflicto armado fratricida. Y la guerra es, precisamente, el fracaso de la política.
No queremos resucitar viejos odios, ni tampoco alimentar fantasmas del pasado, pero de ninguna manera estamos a favor del olvido. El pasado fin de semana se emitió por La 2 de TVE un documental también producido por la fundación Pablo Iglesias (que actualmente dirige Alfonso Guerra) donde hablaban algunos sobrevivientes de la guerra y la posguerra. Hombres y mujeres internados en campos de concentración en España -que también los hubo- expatriados, exiliados acogidos por países solidarios como Méjico, Argentina, Chile, Santo Domingo... Allí llegaron con el alma rota «los otros españoles», hambrientos, desheredados, humillados, desvalidos. Allí rehicieron su vida, resucitaron vital y económicamente. Es curioso que ahora que son esos países los que tiene hambre, España les niegue casi todo mediante una ley de inmigración ultraconservadora y muy falta de piedad y de memoria histórica.
Ha pasado el tiempo y ya recordar no es volver a vivir, pero sí puede ser una forma de que aprendamos nosotros y enseñemos a nuestros hijos. Saber que hubo gente capaz de luchar por ideales colectivos y no sólo por los propios, gente que luchó y murió defendiendo lo que mayoritariamente quería el conjunto del país, lo que había sido el resultado de las urnas.
Hubo en España hombres y mujeres de gran talla que nos enseñaron una lección de coraje y sufrimiento. Fueron la generación infeliz. Se habla mucho ahora de los exiliados, de los sufrientes que no resultaron ejecutados y fueron finalmente acogidos por países con conciencia, pero no se habla tanto de los exiliados dentro de España. Dentro de sí mismos. Los marginados. Los silenciados. Los que se quedaron y tuvieron que sufrir el estigma y el oprobio durante años de posguerra y dictadura, de ostracismo e indignidad.
Poco a poco vino una transición y con ella por fin la España democrática. Pero los socialistas no dejamos de reconocer que hubo personas adelantadas a su tiempo que ya entonces soñaron con una España así o aun más avanzada, con este país libre e integrado en Europa. No hay mitología en homenajear a estos soldados libertarios porque la mitología suele tener mucho de invención y de ficción. Pero su lucha, su sufrimiento, su muerte, su heroico legado fue verdad. Asimismo, nuestro homenaje de hoy está exento de mitos y repleto de sinceridad y de verdad.
El pasado martes en su columna de este periódico, Victoriano Crémer escribió unas emocionantes reflexiones sobre este tema que me conmovieron bajo el título de Los desaparecidos. Igualmente quiero terminar citando a otro maestro poeta, Mario Benedetti, cuando dice: «Existe una dignidad que sólo conocen los vencidos».Francisco Fernández, candidato del PSOE a la alcaldía de León.-
(Fue elegido Alcalde, y ejerció el cargo hasta ser destituido mediante Moción de Censura el día 3 de diciembre de 2004. Lo sustituyó el actual, Mario Amilivía, del Partido Popular)
DIARIO DE LEÓN
2 de Diciembre de 2003
MEMORIA DE LA LUCHA POR LA DEMOCRACIA
El PP entierra el hacha y la guerra
María Villar
Una investigación avalada por la Universidad de León denuncia la «aberración jurídica» de los juicios sumarísimos
Los expedientes que el Gobierno no quiso anular reflejan la crueldad de la represión franquista
«Quede claro que nos trataban como a animales y en ocasiones peor»
Entre 1936 y 1937, las ejecuciones superaron a las legitimadas por sentencias militares
La Iglesia enmascaró el totalitarismo
Testimonio: «Ningún dinero devuelve lo perdido»
Presos por «sembrar» Ordoño con papel contra el proceso de Burgos
Crónica: El 68 leonés, entre rejas | «El sentimiento humanitario no altera el respeto a la ley»
Un simulacro de fusilamientoMarco Romero león
«Es un debate cerrado». Con esta aseveración, el grupo popular en el Congreso ha resuelto un asunto que afecta a los descendientes de entre 16.000 y 20.000 leoneses sometidos a juicios sumarísimos durante la represión franquista. La propuesta, secundada por el resto de los partidos del arco parlamentario, era anular los procesos abiertos en tribunales militares y los que surgieron de aplicar la Ley de Responsabilidades Políticas contra los detractores del Régimen. Pero los populares ya han dejado claro que no van a recuperar la memoria histórica de los represaliados. Pese a ello, una tesis doctoral cum laude presentada esta semana en León aporta, entre otras muchas cuestiones, datos reveladores sobre estos expedientes desde su instrucción hasta que eran ejecutados con sus últimas consecuencias, unas veces encarcelando a la víctima y otras aplicando la pena de muerte. La investigación de Javier Rodríguez González León bajo la dictadura franquista (1936-1951) , dirigida por el catedrático Francisco Carantoña, desvela cómo estos consejos de guerra se incrementaron tras la caída del Frente Norte, el 21 de octubre de 1937.
«Se convirtieron en una auténtica aberración jurídica porque los acusados eran quienes habían permanecido fieles a las leyes y los jueces eran los que habían roto con la legalidad». Se aplicaba la legislación militar para juzgar cuestiones de índole político. Por ejemplo, se condenaba por auxilio a la rebelión no sólo a los que defendían la legalidad republicana, sino a los que, sin enfrentarse a los sublevados, simplemente no apoyaban su causa.
El trabajo desvela que el primer condenado leonés en un juicio sumarísimo fue el berciano José Silva, que fue ejecutado el 27 de julio de 1936.
Protocolo de un juicio
No obstante, casi siempre estos consejos de guerra eran colectivos. La interrelación de diversas fuentes ha permitido establecer al autor el protocolo de estos juicios. Explica que cuando los procesados estaban en la sala, amarrados de dos en dos, vigilados por guardias civiles y falangistas, el tribunal ocupaba el estrado y comenzaba el acto formulario. El relator o ponente leía el llamado autoresumen de cada inculpado, donde se incluían los cargos y acusaciones.
Los consejos no desarrollaban labor probatoria alguna y las denuncias o informes negativos se consideraban incuestionables. Además, la posibilidad de revisión de los procesos y sentencias era «casi nula», concluye el investigador, de forma que la ejecución se llevaba a cabo a los pocos días de la condena. No fue hasta el 9 de enero de 1940 cuando se comenzó a contemplar la revisión de las sentencias, un paso similar al que los partidos democráticos, excepto el PP, han querido dar ahora, salvando lógicas distancias. La tesis recoge algunos ejemplos de estos consejos de guerra, como el que tuvo lugar el 4 de noviembre de 1936 en la Diputación de León -la otra sede de los juicios era el cuartel del Cid-, y por el que fueron fusilados dos semanas más tarde en el polígono de tiro de Puente Castro todas las autoridades republicanas más importantes: el gobernador civil, Emilio Francés Ortiz; el presidente de la Diputación, Ramiro Armesto Armesto; el alcalde de León, Miguel Castaño; el presidente del Frente Popular, Félix Sampedro, etcétera. También fueron ejecutados de esta froma los alcaldes de Cármenes, Ponferrada, Astorga, Montejos, Sahagún, Valderas y los cuatro que tuvo Vegacervera en la zona republicana.
En los fondos de la Audiencia
La represión política también fue ejercida a través de la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939. Esta normativa estableció una estructura jurisdiccional propia que dependía de la Presidencia del Gobierno y, concretamente del Tribunal Nacional de Responsabilidades Políticas que operaba a través de los tribunales establecidos en algunas capitales de provincia. León dependía de Valladolid. La investigación de Javier Rodríguez cita que en León se incoaron muchos expedientes de este tipo, aunque de momento es imposible conocer el número exacto puesto que el Archivo Histórico Provincial está catalogando toda la documentación procedente de la Audiencia Provincial, de la que este periódico conserva algunos legajos, que se reproducen junto a estas líneas.
Sí está constatado que a fuerzas políticas y sindicales como el PSOE, UGT, CNT y Izquierda Republicana le fue arrebatado mucho patrimonio colectivo, que todavía hoy sigue reclamado. Sólo el sindicato UGT, después de una larga investigación en el Archivo General de la Administración, ha podido demostrar la propiedad de diferentes bienes inmuebles y otros activos financieros en la provincia de León por valor de unos tres millones de euros.
La devolución de este patrimonio fue uno de los primeros compromisos de José María Aznar cuando llegó por primera vez al Gobierno. En el acto de investidura se comprometía a revertir al PNV, entonces su socio de gobierno, los derechos sobre el patrimonio que se le había incautado a través de la Ley de Responsabilidades Políticas durante los años del franquismo. Esta situación dio pie a otros partidos y sindicatos a reclamar infructuosamente sus bienes. La tesis doctoral también recoge cifras, aunque con mucha cautela. Comenta que «es difícil» determinar el número total de muertos por la represión. El historiador Ramón Salas Larrazábal atribuyó a la provincia 1.409 personas muertas, de ellas 624 lo fueron como consecuencia de la aplicación de sentencias judiciales y 785 producto de asesinatos irregulares. Pero Javier Rodríguez deduce por sus datos que el número de muertos en la provincia es mayor, y sustenta esta afirmación en unas cifras parciales que en su momento aportó Secundino Serrano, quien sólo teniendo en cuenta los datos del registro del cementerio de León contó al menos 1.018 fallecidos a causa de fusilamientos y paseos procedentes de San Marcos. Para valorizar estas cifras habría que sumar las de toda la provincia de León y comenzar una nueva investigación que permitiese consultar la documentación procedente del Gobierno Militar de León y de los registros civiles y los de las cárceles. «A través de estos documentos se pueden saber las cifras y características de ese terror, pero hay otras listas, otros nombres que nunca han salido a la luz, son esos nombres que en cada pueblo se conocen, pero que el paso del tiempo y una larga dictadura han logrado ocultar», reflexiona Javier Rodríguez en su obra.___________________________________________________________________
«Quede claro que nos trataban como a animales y en ocasiones peor»
«Después de estos días aciagos llegó la hora de nuestro traslado a San Marcos; fue horrible. A las nueve de la mañana salimos de Riaño en un camión de ganados escoltados por dos autocares de la Policía Armada, uno delante y otro detrás del camión. Quede bien claro que a nosotros nos trataban como a los animales y en ocasiones peor. En todos y cada uno de los pueblos que hay en la carretera, hasta llegar a León, paraban el camión para que todos aquellos que lo desearan nos torturaran a su manera. El personal estaba como loco. Unos, falangistas de verdad y otros deseando parecerlo para redimirse así de los castigos de los asesinos por lo que estaban invitados; nos maltrataron con crueldad. Muchos sangrábamos como corderos en el matadero. Cogían las almadreñas por la pella de atrás y con el resto nos daban con fuerza en la espalda y donde podían. A mí me rompieron una vena en la espalda y estuve algún tiempo echando sangre por la boca».
Este testimonio es una de las principales aportaciones de la investigación de Javier Rodríguez. Se trata de un fragmento de la entrevista personal que mantuvo con Consuelo Gonzalo Demaría, originaria de Posada de Valdeón, y que en esta parte relata cómo fue su traslado y llegada a San Marcos, uno de los campos de concentración más conocidos de España. Consuelo Gonzalo Demaría, condenada en su día por llevar pantalones, dejó escritas unas memorias que también son recogidas en parte en este libro y que sus familiares también cedieron parcialmente a este periódico como aportación a la obra León, sus pueblos y sus gentes. «Hubiera deseado morir repentinamente para dejar de ver aquellos látigos indeseables, pero como el destino manda, de nada me servía desear cosa alguna».---------------------------------------------------------------------------------------------------
Sólo entre 1936 y 1937, las ejecuciones en «paseos» superaron a las legitimadas por sentencias militares
Uno de los episodios añadidos a la investigación del historiador leonés Javier Rodríguez es el de los paseos, donde se hace una especial mención al caso del pozo grajero de Lario. La sustitución de la ley por las armas se hizo notoria a partir de 1936. El bienio que seguiría, sólo en esos dos años, el número de ejecuciones llevadas a cabo de forma irregular superó a las que se realizaron a través de sentencias dictadas por los tribunales militares. «Durante esos años fueron muy pocas las víctimas mortales que tuvieron la oportunidad de pasar por consejos de guerra; la mayoría murió en sacas y paseos que, aunque protagonizados por grupos de civiles armados, eran consentidos y fomentados por las autoridades».
El 21 de julio de 1936 apareció a orillas del río Bernesga el primer paseado leonés, un joven dependiente apellidado Cebada. A partir de ahí, los paseos se sucedieron en toda la provincia de León. El mapa dibujado por Rodríguez concentra estos escenarios en Valverde del Camino, Villadangos, Casasola, San Isidro, el Campo de Fresno, Montearenas en Ponferrada, el depósito de máquinas de la azucarera de León y el polígono de tiro de Puente Castro.
Los registros civiles de la ciudad de León, Gradefes, Cuadros, Villadangos y Valverde de la Virgen tienen en su sección de defunciones muchas hojas encabezadas por «sujetos desconocidos» o «varón sin identificar».
Uno de los últimos hechos investigados es el caso de Lario, donde varias personas de la montaña leonesa y del concejo asturiano de Ponga fueron fusilados y arrojados a una profunda sima. La localización de un superviviente permitió reconstruir la historia y poner una cara a los restos óseos que aparecieron en noviembre de 1998 durante una incursión de los guardias civiles de montaña en el interior de este pozo.------------------------------------------------------------------------------------------------
La Iglesia ayudó a enmascarar el totalitarismo que se ocultaba tras el levantamiento
Uno de los capítulos más interesantes de la obra León bajo la dictadura franquista (1936-1951) es el que recoge las conclusiones sobre el papel que jugó la Iglesia en el asentamiento del Régimen. Explica Javier Rodríguez que el discurso ideológico eclesial fue el que proporcionó al Movimiento los argumentos necesarios para construir una teoría apoyada en factores religiosos que enmascarasen las cuestiones que se ocultaban detrás del levantamiento. Pero esta legitimación no podía quedarse ahí. «La Iglesia tenía que participar en la guerra que había creado».
La jerarquía católica, ya con el apoyo de la dictadura, implantó en la sociedad una religión autoritaria. A los leoneses se les impuso desde la prohibición de celebrar el carnaval hasta los modelos de los trajes de baño, también los libros que estaban autorizados a leer y las películas que podían ver. También bajo la cobertura de la legislación franquista, la Iglesia institucionalizó el concepto cristiano de núcleo familiar, que consistía en formar a las familias de forma recta , ejerciendo el padre de máxima autoridad.
Restauración religiosa
Un campo crucial para la Iglesia, en el que obtuvo grandes privilegios, fue la educación. Aquí fue mucho el empeño para llevar a cabo su restauración religiosa. Equiparó educación y cultura a religión, llevando el modelo educativo al medievalismo. Las imágenes religiosas comienzan a formar parte de las aulas y los contenidos religiosos se hacen omnipresentes en la enseñanza. La educación queda pues marcada por unas determinadas orientaciones ideológicas: historia sagrada y catecismo frente al rechazo a las ideas consideradas extranjeras .
«Toda victoria en una guerra suele traer una recompensa para los vencedores, y la Iglesia tuvo como uno de ellos el disfrute de los privilegios más importantes que han existido en la historia contemporánea».----------------------------------------------------------------------------------------------------
«Ningún dinero devuelve lo perdido»
El nuevo decreto de Castilla y León reconoce la aportación de las personas encarceladas «a los valores democráticos»
Suprime el período mínimo de tres meses y ofrece entre 200 y 150 euros según la edadA. Gaitero león
«Desde la conciencia de que ninguna indemnización puede devolverles lo que perdieron como consecuencia de la reclusión», el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobó en octubre un nuevo decreto que suprime el período mínimo de tres meses de reclusión por motivos políticos para acceder a una compensación económica de la administración autonómica.
Es la segunda convocatoria de la Junta desde que en el 2001 las Cortes acordaron materializar el resarcimiento a uno de los grupos de represaliados por la Dictadura, los ex presos políticos vivos (o sus cónyuges supérstites). Desde enero del 2003 hasta la fecha, 282 personas fueron indemnizadas con 1,2 millones de euros, lo que supone una indemnización media de 4.409 euros por cada individuo.
León es la provincia donde más peticiones se aprobaron (72), seguida de Valladolid (57), Palencia (52), Zamora (27), Salamanca (20), Soria (20), Segovia (12) y Burgos (9). El primer decreto de la Junta que reguló las compensaciones por tiempos de prisión durante el franquismo excluía a las personas que no pudieran acreditar un mínimo de tres meses de reclusión.
El nuevo decreto -Bocyl 8 de octubre de 2003- pretende hacer frente «a situaciones singulares» para acceder a esta prestación única y sin carácter periódico. El plazo para solicitarlo es indefinido y excluye a aquellas personas que no residan en la comunidad con al menos dos años de antelación a la presentación de la solicitud.
Las cuantías fijadas son de 200 euros por mes de reclusión para los mayores de 65 años y de 150 euros para los que tienen una edad inferior. La Junta argumenta que la iniciativa supone «por una parte el reconocimiento de la Comunidad de Castilla y León a las personas que sufrieron privación de libertad por defender los valores democráticos» y, por otro lado, paliar la exclusión de un colectivo significativo de personas de las indemnizaciones libradas por el Estado entre 1990 y 1998.
En León cobraron una indemnización media de millón de pesetas un total de 1.211 ex presos políticos. Fueron rechazadas otras 427 solicitudes por no acreditar el tiempo mínimo de prisión exigido (tres años) en los decretos del gobierno socialista de 1990 y 1992 y tres por no tener la edad legalmente exigida (65 años o más).
Excluidos los emigrantes
Los no residentes en Castilla y León no tendrán derecho a la indemnización. En esta situación se encuentran algunos de los procesados en el consejo de guerra 68/68 celebrado en el cuartel de San Marcelo de León el 24 de octubre de 1970. Matías Martínez, que trabaja en Barcelona desde hace varios años, dice escéptico: «¿Qué van a indemnizar? Como mucho, nos darán para café. A mí nadie me repara lo que he perdido no sólo durante la cárcel, sino también en los años que estuve en busca y captura y trabajaba clandestino, sin poder darme de alta en la Seguridad Social».
Añade Martínez que «en su día ya lo pagué con toda suerte de dificultades de supervivencia y lo voy a pagar en la jubilación porque me impidieron estar en una situación de normalidad».
Ángel Villa, ex secretario provincial de Comisiones Obreras y ex preso, anima a todas las personas afectadas a que soliciten la compensación, aunque reconoce que la Transición fue muy «sui generis». Carlos García añade que el no reconocimiento a las víctimas del franquismo fue un «déficit de la Transición. Esto llega demasiado tarde», concluye.----------------------------------------------------------------------------------------------------
Presos por «sembrar» Ordoño con papel contra el proceso de Burgos
Las «pintadas» y «siembras de propaganda» fueron los argumentos del juez de orden público de Madrid en 1970 para acusar del delito de propagandas ilegales, del artículo 251 del Código Penal de entonces, a un grupo de leoneses que el 13 de diciembre se echaron a la calle, a Ordoño II, con pasquines elaborados manualmente para protestar «contra la pena de muerte y exigir libertades democráticas». El proceso de Burgos se había saldado con varias condenas a muerte. Las movilizaciones celebradas en todo el país aquel mes de diciembre y la intercesión de Pablo VI aplacó al régimen y se conmutó de la pena capital.
El 9 de enero de 1971 el juez Mariscal de Gante fija en 30.000 pesetas la fianza de Carlos García, para salir de prisión. Algunos estuvieron cerca de tres meses entre el tiempo pasado en la comisaría y la prisión. Se vivía bajo el estado de excepción y «nos tuvieron sin derecho a abogado, como a los de Guantánamo». Gerardo Pertejo, Félix García, Ángel Villa, Carlos García, Joaquín Colín, Rodrigo González y Antonio López Larín, entre otros, fueron detenidos después de la manifestación que remataron con el reparto de los pasquines a la salida de los cines aquella tarde de domingo. Todos, excepto Colín ( Luises) y García (CNT), estaban en la órbita de las comisiones obreras constituidas en reuniones a la orilla del río.
La Brigada Político Social buscó, sin éxito, a un «instructor del Partido Comunista aún no identificado». Las familias promovieron el 24 de diciembre un escrito, que conserva Colín para pedir que pusieran en libertad a los jóvenes o los pasaran a disposición judicial. Algunos tuvieron que esperar a mediados de enero para salir desde el Juzgado a la cárcel. «No han obrado contra la sociedad», clamaban al gobernador civil.
Alrededor de un café, recuerdan la pintada en el césped del Amivilia, el estreno de Brecht en el Padre Isla, gritos de libertad sindical ante el ministro Fernando Suárez...-------------------------------------------------------------------------------------------------------
El 68 leonés, entre rejas
Matías, Alfaro y Wences, en el patio de la cárcel de León
| Crónica | Los jóvenes resistentes |Los estudiantes y obreros leoneses procesados en el 68 por el TOP y en consejo de guerra por «subversión», sufrieron más cárcel que la estipulada en 1970 en la sentencia militar
Ana Gaitero león
Mientras Francia se recuperaba de la reseca de su mayo del 68, León celebraba el XIX centenario de la Legio VII. Y algunos jóvenes leoneses pintaron su rebeldía contra el régimen dictatorial en la columna trajana erigida en la plaza de San Isidoro en homenaje a los orígenes romanos. Subidos a una grúa, remataron el monumento con una bandera roja y retrasaron su inauguración. El grafito era una de las pocas armas de protesta de aquella ciudad «oscura» y «demasiado recogida», como recuerda a León Carlos Alfaro, uno de aquellos desobedientes del statu quo . Pintando las calles se pusieron en conexión los pocos obreros y estudiantes que practicaban, de manera rudimentaria pero con vehemencia, la lucha por la libertad en medio de una balsa de aceite afín al poder. «Éramos unos críos queriendo hacer cosas...» Carlos Pérez Alfaro e Isabel Serrano, Chave , Matías Martínez, José Luis Gavilanes, Wenceslao Benito y Gerardo Gutiérrez se conocieron en abril del 68 y cayeron, uno detrás de otro, entre el 4 y el 10 de noviembre, cuando contaban entre 17 y 24 años. La prisión preventiva (atenuada o en casa, en algún caso) se prolongó durante dos años y diez días, medio año y diez días más que la condena dictada, el 20 de noviembre de 1970, por la sentencia del consejo de guerra del sumario 68/68. En aquella ciudad aún levítica de finales de los 60, como en el resto del territorio del dictador, era delito de rebelión militar asistir a «reuniones periódicas» y a las «asambleas de las comisiones obreras», repartir el Mundo Obrero y Nuestra Bandera , leer e incluso recomendar libros «de doctrina de inspiración comunista», así como la «siembra» de pegatinas antiimperialistas y en pro de la libertad sindical.
«Me cambió la vida...»
Los presos políticos tenían el privilegio de no ser humillados en la cárcel con el miserable traje de tela de saco con que uniformaban a los comunes. Pero vivir detrás de las rejas no fue ninguna anécdota para estos jóvenes: «A mí me cambió la vida, aunque seguí militando y tuve que escapar a Francia en otro momento». Carlos Alfaro reconoce que el paso por la prisión radicalizó sus posiciones políticas -entró en las filas del FRAP- que suavizaría en París durante el tiempo que convivió con Feliciano Fidalgo.
«Después del 23-F tuve miedo por lo que había pasado atrás y decidí afiliarme al PSOE. No me arrepiento de nada», explica en una larga conversación telefónica desde su retiro de prejubilado en un pueblecito de Murcia.
Alfaro decidió poner tierra por medio poco tiempo después de salir de la cárcel. «Me expedientaron y durante cinco años tenía prohibido matricularme en cualquier universidad del país», recuerda.
Carlos y Chave fueron detenidos el 10 de noviembre de 1968 en Valladolid, donde estudiaba ella. Eran novios y el joven estudiante de Filosofía y Letras viajaba con frecuencia desde Salamanca. Era enlace del Sindicato Democrático de Estudiantes de Valladolid y Salamanca y también traía a León ejemplares del mítico Mundo Obrero editado en papel biblia.
Según el auto de procesamiento, Juan Carlos Pérez-Alfaro Calvo fue «captado» en abril de 1968 por Matías Martínez para el Partido Comunista y además de su función de enlace del sindicato estudiantil el capitán Gerona destacó entre sus acciones la intervención en una asamblea de su facultad «en solicitud de ayuda económica a fin de conseguir la caución de para lograr la libertad de un preso político».
Le acusaron también de entregar a su novia «numerosa propaganda comunista al objeto de que la custodiara en el Colegio Mayor de Valladolid (...), la leyera e incluso la entregara para el mismo fin a personas de su confianza».
Asimismo, acusaban a Alfaro, «se dirigió varias veces a León con el fin de alentar a sus compañeros» y en los últimos días de octubre «les entregó una carta por él suscrita con el saludo de «queridos camaradas» en la que dirige frases de notoria irrespetuosidad a la actuación del Gobierno en materia de represión de la delincuencia político social». Se vanagloria del aborto, con la detención, de una reunión en Astorga. Los instructores no dejaron pasaron por alto en las imputaciones la «interesante reunión» celebrada «el día 12 o 13 de octubre en la ciudad de León, a orillas del río Bernesga» para constituir «un comité de Juventudes Comunistas, sin duda para dar un mayor impulso a sus actividades ilícitas».
Madrid y León: doble juicio
La presencia de Matías Martínez -ahora trabaja de taxista en Barcelona- en el congreso de las Juventudes Democráticas de Sofía (Bulgaria) desde finales de junio hasta septiembre del 68 fue otra de las acusaciones del consejo de guerra y del proceso 780/68 seguido de forma paralela por el Tribunal de Orden Público (TOP) de Madrid contra jóvenes de distintos puntos del país. Además de Matías y su hermano Clemente Martínez (éste en rebeldía tras exiliarse en París), fueron procesados por el TOP Carlos Alfaro y Wenceslao Benito. El relato oficial de los hechos prosigue así: «Al marchar éste (Matías) al festival de la Juventud de Sofía», Wenceslao Benito «se hizo cargo de la numerosa literatura marxista y de una maleta con útiles de imprimir», la vietnamita. «Una vez que Matías regresó a España recibió de este numerosos ejemplares de Mundo Obrero y de otras publicaciones comunistas, que guardaba en su casa y devolvía a medida que el citado Matías se los pedía para su distribución». No se probó que el entonces soldado Gerardo Gutiérrez se dedicara a captar afiliados entre la tropa, pero fue acusado como tesorero del comité de las Juventudes Comunistas: la policía le incautó 550 pesetas y «un amplio repertorio de literatura marxista».
José Luis Gavilanes, hoy reputado traductor de portugués y catedrático en la Universidad de Salamanca, también cayó en aquella redada. El delito de estos jóvenes era, según el tribunal militar, promover «actividades que tenían por finalidad el desprestigio sistemático del Gobierno de la Nación, la oposición crítica en los proyectos legislativos más importantes y la consecución de reformas políticas y sociales». El proceso 68/68 fue el segundo consejo de guerra más importante de las dos últimas décadas del Franquismo en León, tras la caída de Manuel Llamazares en 1959.«El sentimiento humanitario no altera el respeto a la ley»
No toda la sociedad leonesa se quedó paralizada frente al proceso 68/68. Antonio Gamoneda, Miguel Cordero, José Castro Ovejero, Andrés Suárez, Justino Burgos, Eduardo Zorita, Luis Saenz de la Calzada, Lucio García Ortega, María Manoja, Alejandro Vargas, Antonio López-Pelaez, Agustín J. Tomé, Belén Martínez, Amalia Trapiello, Marcela Trapiello, Pablo de la Varga, Jesús del Riego, María Isabel Urueña, Manuel Jular, Maribel Pérez Alfaro (hermana de Carlos), Manolo Nicolás, Hernando F. Calleja, José Manuel Gonzalo, Antonio Martínez... entre otros prestaron sus firmas en 1969 para denunciar ante los militares la situación de los procesados Gerardo Gutiérrez, Carlos Alfaro, Wenceslao Rodríguez, Matías Martínez y María Isabel Serrano. Exigían la celebración de juicios -«se les ha instruido un doble proceso: militar y civil» y el TOP les había dado la condicional- apelando al sentimiento humanitario y el respeto a las personas que «no alteran el respeto a la ley.Un simulacro de fusilamiento
Los recuerdos de la cárcel van desde el anecdotario de la censura que pasaban los libros que leyeron aquellos dos años entre rejas, hasta el miedo y sensaciones indescriptibles ante las situaciones de tortura, que se daban más en las comisarías que en las prisiones. «En Valladolid me hicieron un simulacro de fusilamiento», cuenta Carlos Alfaro. La herida está curada pero la cicatriz permanece en la memoria. «Los militares no nos trataron mal del todo, el que más nos molestaba con sus interrogatorios era el capitán Gerona, que un poco bruto», recuerda.
DIARIO DE LEÓN
Noviembre de 2004. MEMORIA DE LEÓN
León saldará su deuda con los «paseados» con una placa masiva en el cementerio
El alcalde apoya una propuesta del Foro por la Memoria de León para honrar el recuerdo de cientos de represaliados
Siguiendo el ejemplo de Oviedo, constarán nombres y apellidos, edad y fecha de muerte
«Calculo que en Puente Castro hayan sido fusiladas más de 3.000 personas»
La estética de la resistencia
Reportaje: Escondidos bajo un pasillo de nichos
Villamanín espera a Zapatero
Teléfonos de contactoMarco Romero león
Fueron apresados, casi siempre maltratados hasta la agonía y luego fusilados; otros sobrevivieron, aunque no tardaron en perder la vida traumatizados por los paseos . No tuvieron justicia ni en su último aliento y su violenta muerte, tal y como consta en los registros del cementerio de León, era atribuida a una «parada cardíaca». Sólo aquí se cuentan por docenas, pero son muchos más. De estos ajusticiamientos, a pesar de contarse por miles, no existe ni una sola referencia histórica en la ciudad. Pero una iniciativa ciudadana abanderada por el Foro por la Memoria de León -entidad que pronto será presentada públicamente y cuyo origen parte del caso del Pozo Grajero- pretende restaurar la memoria de todos los paseados que fueron enterrados en la fosa común del cementerio de León y que ahora yacen bajo modernas construcciones de nichos.
El alcalde de León, el socialista Francisco Fernández, anunció a este periódico su intención de apoyar la reivindicación más trascendente del foro, que consiste en la colocación de una placa o mural de grandes dimensiones donde consten los nombres, los apellidos, la edad y la fecha en la que perecieron las víctimas de la represión franquista inhumadas en el cementerio de la capital, como ya se hizo en Oviedo en los años 80 con la colocación de un monolito con la identidad de los represaliados.
Además de las víctimas que aparecen en el libro que recoge los enterramientos entre 1932 y 1942 -sin duda no son cifras concluyentes-, varias fuentes especializadas en esta etapa histórica hablan de más de 3.000 fusilamientos en el área de Puente Castro, por lo que la magnitud del reconocimiento puede convertirlo en el mayor homenaje que se hace en España a los represaliados políticos del franquismo.
Llamamiento a las familias
La propuesta ciudadana, según fuentes municipales, será tramitada en cuanto se registre en el ayuntamiento, para lo que el Foro por la Memoria de León pide la colaboración de todos los descendientes y familiares a que se sumen a este proyecto y aporten los nombres de quienes deben aparecer en la placa.
La promotora de esta iniciativa es un movimiento en defensa de la recuperación de la historia reciente que ya actúa a nivel nacional, pero que será presentada en León como asociación provincial la primera semana de diciembre, coincidiendo con unas jornadas que se desarrollarán en la Universidad de León.
Cómo afrontar el futuro
La agrupación de historiadores Alefh y estudiantes universitarios están organizando este encuentro reivindicativo que aportará importantes testimonios sobre los años de represión en primera persona. Habrá conferencias pronunciadas por guerrilleros y se abrirá un debate más que necesario en este momento relativo a cómo llevar la recuperación de la memoria histórica, dado que ya existe una amplia variedad de asociaciones que trabajan por separado y sin conexión alguna en este asunto.
La segunda reivindicación con la que nace el Foro es el reconocimiento a los luchadores por la libertad en Fabero. Esta propuesta ya está más que cerrada y en el futuro se prevé colocar un monolito ya elaborado por el escultor gallego Urza. No hay una fecha cerrada, pero se pretende que la escultura sea presentada en una fecha en la que pueda coincidir la mayor parte de vecinos posible, como puede ser la fiesta del Turista que se celebra todos los veranos en la localidad.-------------------------------------------------------------------------------------------------------------
«Calculo que en Puente Castro hayan sido fusiladas más de 3.000 personas»
FIDEL, SOLDADO REPUBLICANO
Frente republicano de Pola de Gordón, 20 de julio de 1936. Batallón 149. Al mando, el comandante Emilio Morán. Y entre los 4.000 mineros y obreros que pedían armas al gobernador, el soldado voluntario leonés Fidel García García.
Así relata 68 años después algunos de sus recuerdos, mitad horror, mitad heroicidad. «Su respuesta fue la sublevación del Ejército, la Guardia Civil y los falangistas. Sólo los guardias de asalto fueron fieles a la República, muriendo en lucha y derrotados, fusilados en compañía de varios obreros».
Fidel recuerda en sus manuscritos que fue el día en el que empezaron las primeras detenciones masivas. «A ello siguieron horrorosos crímenes por toda la provincia, sembrando de cadáveres cunetas y despoblados. La gente, aterrorizada, huíamos a refugiarnos en Asturias».
Los hombres que intentaron llegar a la comunidad vecina ingresaron en los batallones 148, 149 y 150 del frente leonés. «La lucha heroica duro poco más de un año, hasta el 21 de noviembre de 1937. Aviones de Franco sembraron la zona de octavillas para que nos entregáramos, garantizando nuestras vidas».
Fidel continúa: «Se llenaron las cárceles y empezaron los juicios. El fiscal leía cargos y denuncias falsas de los caciques de los pueblos, condenando a muerte a la mayoría. Yo calculo que hayan sido fusilados en Puente Castro más de 3.000 compañeros y me avergüenza que no se haya construido un monumento en su memoria y en su recuerdo».-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
La estética de la resistencia
Un monolito a escala humana, obra del escultor Urza (Madrid, 1959), será el tributo del pueblo de Fabero a los «paseados» durante la represión franquista.
«La obra no es grandilocuente (1.85 de altura) y ha huido de la iconografía recursiva en una temática tan comprometida», señala el autor, aunque el tono neutral de la pieza, elaborada en hormigón de alta resistencia, ayudará a cerrar las heridas de quienes han reivindicado durante tantos años este homenaje. La dimensión humana de la obra se esconde en la trágica historia de aquellos hombres que un día de 1936 partieron hacia del Frente Norte de Asturias para incorporarse en el Ejército Republicano. Muchos de ellos encontraron la muerte en el intento, caso de José Landera Periquete y Perfecto Álvarez Carrero .
La historia que ha rescatado del olvido uno de los descendientes de Periquete, José Antonio Landera, es espeluznante. Relata que los dos maquis se quedaron en una casa de los Ancares protegiendo la retirada de 14 compañeros que, como ellos, se dirigían al frente. Fueron encontrados por sus captores, que les sacaron de la casa de los pelos. Les ataron a dos caballos y fueron arrastrados varios kilómetros hasta el lugar de su muerte. Allí les fusilaron, después de terribles torturas.
El monolito se convierte así en el primer símbolo que reconoce la injusticia de estos y tantos otros asesinatos. Como la joya literaria de Peter Weiss, es la estética de la resistencia.
ver la historia de "Periquete" (Muerte en el Bierzo) http://www.periquete.memoriahistorica.org/
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REPORTAJE | 66 AÑOS DESPUÉS
Escondidos bajo un pasillo de nichosLa descendiente de un represaliado destapa la imposibilidad de recuperar restos que se creían en la fosa común, en realidad inhumados hace 50 años bajo nuevas construcciones
M. Romero león
«...Quiero escarbar la tierra con los dientes, / quiero apartar la tierra parte a parte, / a dentelladas secas y calientes. / Quiero minar la tierra hasta encontrarte / y besarte la noble calavera / y desamordazarte y regresarte...». Es la elegía a Ramón Sijé; también su sentir, el que han llevado oculto toda una vida hijos, viudas y descendientes de los paseados . Como en la composición de Miguel Hernández, el lamento buscó eternamente su regreso.
Raquel Cerejido Morandeira es uno de ellos. Su tío Manuel Cerejido Moreira formó parte del grupo de nueve hombres que sufrieron una «parada cardíaca» el 23 de junio de 1938; parada cardiaca por herida de bala, se entiende. «Sé muy poco de esta historia porque mi padre, hermano de Manuel, nunca nos quiso hablar de ello», relata.
Por lo que tantas veces ha escuchado en boca de los suyos, sabe que se lo llevaron maniatado a la cárcel de San Marcos. Allí fue asesinado. Ni siquiera murió junto a otros compañeros, como ocurrió en otros muchos casos. La causa fue un ataque de furia contra sus captores, que no dudaron en quitarle la vida violentamente.
Años después, su sobrina ha querido conocer el paradero sus restos. Hace más de diez años visitó por primera vez el cementerio de León. Allí constaba su nombre junto al de varios hombres que no pasaban de los 27 años. La ficha que le entregaron en el registro localizaba el cuerpo de Manuel en la fosa común adonde eran arrojados los cadáveres de los represaliados.
Restos imposibles de recuperar
Pero sus sospechas han sido confirmadas tiempo después. Como su tío, todos los represaliados descansaron tan sólo diez años en este lugar. Después de ese periodo, si los cuerpos no eran reclamados -algo habitual en la época- se trasladaban a un osario que hoy es imposible de recuperar, puesto que yacen bajo una hilera de nichos privados en la parte nueva del cementerio.
Sin revanchismos
«Nadie pide una revancha, eso es una pérdida de tiempo. Pero las familias queremos que se recuerde a esas personas que murieron en plena juventud de una manera totalmente injusta», declara.
Raquel no pudo contener el llanto cuando un empleado del cementerio localizaba esta semana el lugar exacto donde su tío fue enterrado hace 66 años, actualmente una zona despejada ya preparada para albergar nuevas tumbas.-----------------------------------------------------------------------------------------------
REPORTAJE Villamanín espera a Zapatero
Recinto de Villamanín donde se encerraba a los «paseados»
¿Qué hacer con la mayor concentración de fosas comunes de la provincia y probablemente de España? Esa es la pregunta que se están haciendo los impulsores de la Asociación Pozo Grajero, pionera en la reivindicación de los derechos de los paseados y sus familias.
El lugar en cuestión se encuentra en el municipio de Villamanín y allí, según los datos de esta entidad, se encuentran los mil soldados acribillados en Pena Laza en 80 fosas más o menos localizadas más otros 65 vecinos de la zona de Casares y Busdongo.
Un debate vivo
El debate en torno a esta extraordinaria situación está más abierto que nunca. Hay quienes proponen una exhumación masiva, pero en los pueblos no parecen estar de acuerdo con reabrir viejas heridas. El ex edil de Villamanín Rotilio Bayón García considera que la memoria de todos estos hombres y mujeres ajusticiados durante la Guerra Civil puede ser homenajeada con un sencillo monolito a los pies de Rodiezmo.
Hace dos meses, el colectivo al que pertenece Bayón remitió una carta al presidente del Gobierno para que apoye esta iniciativa, de la que aún no se tiene respuesta.
La exhumación, tal y como se ve desde la Asociación Pozo Grajero, no es un recurso viable dado el coste que puede suponer la identificación de los restos que se hallen en el subsuelo.
Otros de los problemas que envuelven este caso son las divergencias respecto a las fechas de las muertes, no tanto de la localización de las fosas. Sí que aún no se ha podido concretar el paradero exacto de una quincena de vecinos de Villamanín.--------------------------------------------------------------------------------
Teléfonos de contacto
Los teléfonos del Foro por la Memoria de León son: - 687 518 911 (contacto: Eduardo Silva) // - 987 209 308
Jueves, 30 de Diciembre de 2004 TRIBUTO A LOS «PASEADOS»
El PP rompe en León la línea del partido y apoya un homenaje a los «paseados»
El Ayuntamiento será el primero de España donde el PP apoye un homenaje a las víctimas del franquismo con la colocación de una placa en el cementerio con más de mil identidades
Marco Romero león
El Ayuntamiento de León es el primero de España dirigido por el Partido Popular que apoyará una iniciativa en reconocimiento de la memoria histórica de los hombres y mujeres represaliados durante la dictadura franquista en la capital. El concejal de Serfunle, Francisco Saurina, anunció ayer a los miembros del Foro por la Memoria de León que el primer pleno municipal que se celebre en enero aprobará la moción que este colectivo tramitó a través del PSOE para instalar en el cementerio de la capital una placa gigantesca con la identidad de 1.400 paseados inhumados en este camposanto, tanto particularmente como en la fosa común.
La noticia pillaba de sorpresa a los familiares de los represaliados, a quienes el gobierno nacional del PP siempre dio la espalda en asuntos como la anulación testimonial de los juicios sumarísimos. Sin embargo, el gesto de León se convertirá ahora en una referencia para otras provincias españolas.
El portavoz del Foro por la Memoria de León, Eduardo Silva, explicó que el edil visitará próximamente con miembros de esta asociación el cementerio para buscar una ubicación al mural, que recogerá el nombre de cada víctima, sus dos apellidos, la edad a la que falleció y la fecha en la que fue ejecutado.
También el capitán Lozano
Entre los cientos de nombres, que se recogerán de los listados que han elaborado varios historiadores y de los libros de registro del cementerio y del Gobierno Civil, figuran personas insignes, como el capitán Lozano, abuelo del actual presidente del Gobierno. El equipo de Francisco Fernández, alcalde socialista hasta que fue destituido con la moción de censura del pasado día 3, ya había anunciado su apoyo incondicional a la colocación de la placa. El equipo de gobierno actual ha aceptado aprobar la iniciativa ciudadana en todos sus términos, es decir, tal y como se redactó el pasado mes de noviembre con el consenso de varios familiares de paseados .
Cuando se haya aprobado la moción, el Ayuntamiento, en colaboración con el Foro, elaborará en dos meses un listado con el mayor número de nombres posible.
En ese tiempo, la institución municipal se compromete a acometer las obras necesarias en el cementerio para colocar varias placas de mármol de dos metros de alto por uno de ancho. «El retraso con el llega este homenaje -subraya la moción-, así como la avanzada edad de muchos de sus familiares directos exige premura en el cumplimiento de este compromiso».
Si todos los planes salen como se ha previsto, la placa será inaugurada por las autoridades y, sobre todo, por los familiares el 14 de abril del próximo años, coincidiendo con la proclamación de la II República. En esa fecha o quizá ya en verano se inaugurará el monumento a los represaliados en Fabero.
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Nota.-
Se presentó en esta fecha por los medios provinciales esta noticia en un contexto según el cual esta sería la primera vez que un Ayuntamiento gobernado por el PP (el de León) se desmarcaba de la tónica imperante en dicha formación de no involucrarse en la recuperación de la Memoria, considerándola como "innecesaria" y "cosa superada y del pasado", y se sumaba secundando iniciativas de Recuperación desde la izquierda. Esto, en honor a la verdad, es del todo inexacto y sobradamente reflejado queda en la información que en esta web se muestra (como se les hizo saber a medios como El Diario de León, sin que se hicieran eco de tal apreciación): ya en nuestra provincia, en el Homenaje de nuestro pueblo, Jiménez de Jamuz, del 20 de septiembre de 2003 participó activa, decidida y definitivamente y en estrecha colaboración con el PSOE y con la ARMH (de donde partió la propuesta de Recuperación de la Memoria en el Municipio y del Homenaje) nuestro Ayuntamiento, gobernado entonces, como ahora por cierto, por el Partido Popular.
Tampoco fue esta, todo hay que decirlo, la única iniciativa emprendida desde nuestro Ayuntamiento por el Equipo de Gobierno del PP al margen o en oposición a los planteamientos oficiales de dicho Partido. También se involucraron en su momento desde el mismo y se embarcaron activamente en su oposición a la guerra de Irak.
Creemos, por supuesto, que tanto lo uno como lo otro ha honrado y honra, y no poco, a nuestro Ayuntamiento, a su Corporación, y de especial manera a su Equipo de Gobierno.
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DIARIO DE LEÓN
LEÓN.- 21 de abril de 2005
Familiares de represaliados elaboran el primer mapa con las fosas de Franco
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• La escultura de los «paseados» de Fabero espera su colocación
El documento se convertirá en un referente para iniciar procesos de exhumación de restos óseos
El cementerio y los listados de historiadores aportan 998 nombres para la placa homenaje
Marco Romero león
El Foro por la Memoria de León y la Asociación Pozo Grajero trabajan, con la ayuda de familiares de represaliados, en la elaboración del primera mapa que localizará el mayor número posible de fosas donde se encuentran inhumados los restos mortales de miles de hombres y mujeres ejecutados durante la represión franquista.
El proyecto, abierto a cualquier nueva información que les puedan aportar, se dio a conocer ayer durante una asamblea que convocó a descendientes de paseados para informarles sobre la próxima colocación de una placa en el cementerio de León en memoria de las víctimas.
Además del suceso de Lario -en 1998 fueron exhumados de una sima los primeros restos óseos en la provincia-, el mapa pretende recoger todos los puntos donde todavía hoy se hallan fosas, muchas de ellas continentes de cientos de cadáveres. En la reunión se habló de los enterramientos de Villamanín, zona en la que se podrían encontrar los restos de más de mil soldados republicanos caídos en el Frente de Asturias, de Casasola, de toda la franja montañosa, de Fabero, etcétera.
La intención de hacer este mapa en colaboración con la coordinadora regional del Foro es, en un futuro, plantear prioridades para llevar a cabo nuevos procesos de exhumación, en algunos casos masiva.
Respecto a la placa, el portavoz del Foro por la Memoria de León, Eduardo Silva, explicó que a fecha de ayer existen 998 nombres de personas que serán incluidas en la placa, a falta de los que aportarán otras asociaciones e historiadores, al menos medio centenar más.
El Ayutamiento de León, que financiará por acuerdo plenario la colocación de esta gigantesca pieza, tiene pendiente una reunión con los enlaces de los familiares para acordar, sobre todo la fecha, puesto que la inicialmente prevista -14 de abril- es imposible por el leve retraso que se produjo en la aprobación de esta propuesta ciudadana.
Pendientes del Ayuntamiento
En cuanto el equipo de gobierno municipal decida el lugar más adecuado -serán necesarios varios metros de fachada para instalar el mural con la identidad y la fecha de muerte de los represaliados-, en el plazo de dos meses el asunto será cerrado.
El alcalde de León, Mario Amilivia, en una reciente entrevista concedida a Punto Radio, anunció su intención de participar en este acto. El hecho de que la iniciativa haya salido adelante con el apoyo de todos los partidos, incluido el PP, «tendrá una repercusión muy importante en toda España», en opinión del presidente nacional del Foro por la Memoria, Diego Molina.
Uno de los asuntos que surgió espontáneamente durante la reunión fue el interés de los familiares por el anuncio del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón de investigar un posible genocidio en España durante los años de la represión franquista.
Lejos de conocer nuevas noticias sobre esta posibilidad, a imagen de lo que se ha hecho en Chile o Argentina, las familias sospechan que las intenciones del juez no prosperarán.
III República
Los miembros del Foro aprovecharon la reunión para anunciar la celebración de un encuentro en los jardines del Cid de la capital leonesa, el próximo día 14 de abril, a partir de las siete de la tarde, para conmemorar la proclamación de la República Española.
La escultura de los «paseados» de Fabero espera su colocación
El monolito que se colocará en Fabero para honrar la memoria de los represaliados en esta zona está concluido, pero el Ayuntamiento de Fabero ha decidido esperar para que todas las asociaciones que trabajan por la recuperación de la memoria histórica acuerden una fecha consensuada.
La escultura es una pieza a escala humana obra del escultor Urza (Madrid, 1959). El escultor ha realizado una pieza «poco grandilocuente», que ha huido de la iconografía recursiva en una temática tan comprometida, siempre muy catastrofista, tal y como explicó a este periódico.
Símbolo de la resistencia
La obra (1,85 metros) está realizada en hormigón de alta resistencia y será un símbolo para todos los descendientes de aquellos que murieron fusilados durante la contienda y en los años posteriores en las montañas de Fabero, caso de José Landera Periquete y Perfecto Álvarez Carrero .
Su historia, como la de tantos otros, es la de aquellos hombres torturados hasta la muerte que murieron fusilados en algún lugar del monte.
«El acto tendrá una repercusión muy importante en toda España»
DIEGO MOLINA Presidente del Foro por la Memoria
DIARIO DE LEÓN
LEÓN, Viernes, 13 de Mayo de 2005
«Hablar de Franco como dictador tiene que dejar de ser tabú»
| Entrevista | Javier Rodríguez |
El profesor indaga en las causas de la «desmemoria» durante la democracia
A. Gaitero. León
Bajo el título Franquismo y democracia: memoria, olvido y política , el profesor asociado de la Universidad de León Javier Rodríguez abordó ayer en la Facultad de Filosofía y Letras la naturaleza del régimen franquista desde el punto de vista de la violencia política y de la represión.
El historiador desgranó el entramado legal organizado por la dictadura para «legitimar» sus persecuciones empezando por los consejos de guerra para dar cobertura a ejecuciones y encarcelamientos arbitrarios y siguiendo por leyes como la de represión política o la de represión de la masonería y el comunismo. También se detuvo en los paseos (ejecuciones sin juicios en cunetas, montes, etcétera) como modo expeditivo de eliminar a los adversarios o supuestos adversarios y la depuración en el ámbito laboral de maestros y otros funcionarios públicos.
Otra vertiente de la represión -señaló Rodríguez- fue la creación de la comisión de incautación de bienes. Lo sorprendente de todo este proceso -subrayó- es que después de 40 años de dictadura, la llegada de la democracia no supuso la rehabilitación de las víctimas. «Se ha negado a la sociedad el conocimiento público de la represión franquista», precisó. I
- ¿Cuáles son las causas de la desmemoria?
-Esto se explica por el modelo de transición política. No olvidemos que no hubo una ruptura sino una reforma, un pacto entre franquistas y oposición al franquismo. Esta circunstancia unida al miedo de que se volviera a repetir un proceso similar conllevó el olvido.
-La recuperación de esa memoria viene de la mano de asociaciones, investigaciones y a veces hasta de la casualidad, Pero falta el Estado ¿Por qué es importante que también se sume a la rehabilitación?
-Las políticas institucionales de memoria dicen mucho de los valores éticos de un Estado y la memoria pública forma parte de los valores democráticos, que hay que transmitir. En junio conoceremos las conclusiones de la comisión que preside la vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega y veremos que sale de ahí. De momento el actual gobierno ha recogido el guante.
-¿Qué espera usted de esa comisión?
-Que imprima medidas para rehabilitar de manera pública a las víctimas del franquismo, de manera que deje de ser tabú para la sociedad hablar de Franco como dictador que es lo que fue. Organizar un memorial democrático y que símbolos como el Valle de los Caídos sirvan para estudiar realmente lo que pasó. Es el momento de la rehabilitación.
-¿Es posible volver atrás y juzgar a los represores?
-Creo que no, la ley de Amnistía de 1977 se hizo para unos y para otros. Otra cosa es que los juicios sean nulos. Yo he hablado de aberración jurídica porque se juzgaba por rebelión a quienes realmente se habían mantenido fieles al gobierno legítimo.
La conferencia forma parte de un ciclo organizado por el convenio de la Universidad de León con el College of the Holy Cross de Estados Unidos.
LEON, Viernes, 13 de Mayo de 2005
«La Democracia» volverá a León casi 70 años después de la guerra
Portada de «La Democracia» del 18 de julio de 1936
El diario, del 18 de julio de 1936, ha sido cedido por Eduardo Aguirre
El Ayuntamiento edita 300 facsímil que se repartirán en el acto de reconocimiento a los asesinados de la guerra
Cristina Fanjul. León
Con motivo del acto en memoria de los asesinados en León durante la Guerra Civil, el Ayuntamiento repartirá trescientos facsímil del número del periódico La Democracia que se publicó el 18 de julio de 1936, es decir, la tarde anterior al comienzo de la contienda (el rotativo era vespertino). El diario, el más antiguo de la provincia, se caracterizaba por su filiación de izquierdas. No en vano, estaba dirigido por el entonces alcalde de León, Miguel Castaño. Se trata de un documento de gran interés histórico por cuanto que da fe de la tranquilidad con la que vivían los ciudadanos los momentos previos a la guerra. Cabe destacar que la portada del periódico hace referencia a problemas de índole municipal, tales como las obras de la calle Ordoño, la municipalización de los servicios de pompas fúnebres o la aprobación del nuevo reglamento del cuerpo de bomberos. Tan sólo dos artículos podrían ser indicativos de la trágica situación que estaba a punto de estallar: un artículo de Indalecio Prieto acerca del comportamiento que deberían tener los militares y otro de Isaac Abaytua, en el que habla del asesinato de Calvo Sotelo.
El alcalde, Mario Amilivia, ha destacado que con el reconocimiento al millar de asesinados republicanos que tendrá lugar en el cementerio se dignificará su memoria y se demostrará además que ésta es ya una generación que ha superado los enfrentamientos. En cuanto al facsímil que se repartirá -y que ha sido cedido por Eduardo Aguirre-, el primer edil destaca que pone en evidencia que León tenía por entonces problemas similares a los que hoy concitan la preocupación municipal. Asimismo, explica que la mayoría de las noticias e informaciones que aparecen en este número -18 de julio de 1936- dejan entrever una situación de normalidad política. «España vivía un momento de convulsión, pero nadie pensó que terminaría en una guerra». Recuerda además que España llevaba un siglo de pronunciamientos militares y había sufrido dos años en los que la situación política se había caracterizado por las revoluciones sociales y la agitación política.
Por su parte, Emilio Silva, presidente de la ARMH, destaca que en estos momentos finaliza el listado de asesinados -cuyos nombres se grabarán en la placa de mármol - y que ascienden a no menos de un millar.
DIARIO DE LEÓN
UN MURAL PARA LOS "PASEADOS"
19 de mayo de 2005
HOMENAJE
La fosa común del cementerio quedará sepultada por el mural de los «paseados»
El Ayuntamiento y el Foro por la Memoria acuerdan levantar el monumento sobre el osario original
El arquitecto Óscar García realizará una obra con más de mil identidades de represaliados
El primer listado destapa muertes con garrote vil y por fusilamientoM. Romero puente castro
Será un lugar central del cementerio, no muy lejos del monumento a los caídos de la Falange; el punto exacto donde cientos de hombres y mujeres fueron arrojados ya muertos tras su fusilamiento durante los años de la represión franquista. Allí, sobre la fosa común original del cementerio de León, se levantará el monumento a los paseados .
El concejal Francisco Saurina, del PP, y miembros del Foro por la Memoria de León acordaron ayer durante su visita al camposanto el espacio donde se colocará el homenaje que León tributará a las víctimas del franquismo. Lo que hoy es un amplio jardín, hubo un tiempo en que era el mayor osario de la provincia, si bien hace unos 50 años los restos fueron inhumados y trasladados a otra zona del cementerio sobre la que han sido construidos pasillos de nichos. Por esta razón, una nueva inhumación sería prácticamente imposible.
En la visita de ayer, además de la ubicación -más simbólica, imposible-, se acordó encargar al arquitecto Óscar García Luna la creación de una obra que recoja las identidades de más de mil represaliados y represaliadas, con su fecha de muerte, su edad, el lugar en el que perecieron y la causa.
Lo que en principio iba a ser una modesta placa-homenaje, ahora puede convertirse en una obra de mayor alcance, puesto que el Ayuntamiento está mostrando especial interés en apoyar el proyecto y restaurar de una manera testimonial la memoria de quienes perdieron la vida a manos de los represores.
Sin fecha
Al arquitecto se le han encargado varias pruebas, que deberá entregar en las próximas semanas. Entretanto, el edil Francisco Saurina y responsables del Foro por la Memoria de León, en representación de los familiares, tendrán que decidir la fecha de la colocación, que inicialmente había sido prevista para el pasado mes de abril.
La asociación que promueve el homenaje entiende que la celebración del acto es «urgente» dada la elevada edad de quienes lo esperan, en muchos casos centenarios que sobrevivieron a la contienda.
«El lugar elegido es perfecto porque está impregnado de ellos. Allí fueron enterrados por primera vez y así lo han sabido entender en el Ayuntamiento», afirmó emocionada Raquel Cerejido, sobrina de uno de los represaliados que figurará en la placa.
Este homenaje fue apoyado por todos los partidos con representación en el Ayuntamiento de León y fue tramitada inicialmente como una propuesta ciudadana, que en último término fue registrada por el PSOE como una moción.
«El lugar elegido es perfecto porque está impregnado de ellos». RAQUEL CEREJIDO. Sobrina de represaliado------------------------------------------------------------------------------
El primer listado destapa muertes con garrote vil y por fusilamiento
(El Facsímil de «La Democracia» del 18 de julio de 1936, se dará el día de la colocación de la placa)
El listado con las primeras mil identidades de represaliados leoneses ya se ha hecho público a través de Internet. En la web del Foro por la Memoria (www.foroporlamemoria.org/desaparecidos) aparecen los datos personales de aquellos paseados que figurarán en el monumento de León.
Esta entidad ha unido en una sola base de datos toda la información con objeto de facilitar la búsqueda y de actualizar el listado en cuanto aparezcan nuevas personas. Para ello, es posible que los usuarios que tengan información se registren en la página mediante el correo electrónico, facilitando una serie de datos personales, que en todo caso no son obligatorios. El correo de contacto para aportar información es desaparecidos@nodo50.org.
Una lectura individual de cada caso resulta descorazonadora. Se trata casi siempre de hombres, muy pocas veces con más de 40 años de edad, que perecieron, oficialmente, por un paro cardíaco -«P.I.»- o por una insuficiencia respiratoria - «I.R.»-.
Iniciales descifradas
Sin embargo, miembros del Foro han podido descifrar todas las iniciales que acompañaban el parte de muerte de los represaliados. En algunos casos se admite la muerte producida con un garrote vil - «G.V.»- o por «arma de fuego». Entre otras causas de muerte también figuran traumatismos, síncopes...
Muchos de los nombres son anónimos, otros, no tanto. Estarán en ese monumento las identidades del capitán Lozano (Juan Rodríguez Lozano), abuelo de José Luis Rodríguez Zapatero, y del malogrado alcalde de León, Miguel Castaño. También la de Manuel Abarrio Martínez, fallecido a los 22 años el 9 de marzo de 1939, la de José Baños Avellán, fusilado a los 18 años...
DIARIO DE LEÓN
REPORTAJE | mayo de 2005 UN SUPERVIVIENTE LEONÉS
«Rotspanier» 43.227Noticias relacionadas
• Una treintena de leoneses para la memoria
• De La Estrella al campo de exterminio
Rufino Baños Lozano, nacido en El Burgo Ranero, fue uno de los supervivientes españoles de los campos de exterminio nazis de Mauthausen y Gusen; le salvó su afición al fútbolA. Gaitero león
«Los españoles tenemos aún una deuda con los compatriotas que lucharon en la Segunda Guerra Mundial, ya que en tiempos ominosos dignificaron el nombre de España en el mundo» SECUNDINO SERRANO, historiador y escritor leonés en «La última gesta» Rufino Baños Lozano (El Burgo Ranero 1917 - Maisons Alfort 1980) no había cumplido aún los 20 años cuando el 15 de junio de 1937 abandonó León con otros amigos para sumarse como soldado del ejército republicano en el frente asturiano. Con su decisión iniciaba un camino sin retorno que le condujo, la madrugada del 27 de enero de 1941, al campo de exterminio nazi de Mauthausen, en Austria, y dos meses después a su filial, Gusen. En 1944 pasó a Gusen II y sobrevivió a la liberación, hace ahora 60 años. Allí se transformó en el rotspanier (rojo español) número 43.227.
En estos campos trabajó en la cantera de piedra, con lluvia, sol o nieve, aguantando palos «y demás salvajadas». Es posible que al deportado leonés le salvara su afición al fútbol. Como dice su hijo José María, «dentro del horror siempre hay una parcela de paz y risa» y a los prisioneros de Gusen les permitían jugar al fútbol el domingo por la mañana. Había equipos por nacionalidades y Rufino ocupó la plaza vacante en el español.
«Como jugaba bien le cayó en gracia a un SS que le vino a buscar después del partido y el lunes, después de formar, le sacó de la cantera y le metió en un taller», añade. Después pasó a la cocina y fue cuando se implicó en la resistencia del campo.
«Robaban comida para comprar a jefes de barracones y dar de comer a la gente que se podía salvar», según el testimonio recogido por su hijo. Se salvó de la horca, pero no de los palos cuando en cierta ocasión les sorprendieron con un kilo de pastas a él y a un chaval húngaro.
Rufino sobrevivió a las tres desinfecciones que sufrió en los campos. Les formaban en el exterior y les dejaban desnudos mientras gaseaban el interior del barracón. La más larga se prolongó por 18 horas; muchos presos morían allí debido a su estado de debilidad.
En el campo tuvieron que soportar también las duchas al aire libre por la noche durante media hora, con menos de diez grados bajo cero. «El que no andaba listo no salía adelante», le decía a su hijo desde muy pequeño. Los nazis los mataban lentamente porque «eran un material que producía dinero».
Rufino coincidió en Gusen con Ursicino Ruiz García, nacido en Carrizal, que forma parte de la lista de leoneses fallecidos en este campo de concentración. Sólo regresó a España a una ocasión, en agosto de 1969, y falleció en Francia en 1980 a la edad de 63 años. «Tenía los riñones fastidiados por culpa de los años de cautividad y de los palos que le habían dado», relata José María Baños.
También recuerda que «al final de su vida, como todos los deportados, ya no aguantaba esperar -habían pasado demasiado tiempo esperando la comida y la libertad- y extraños sueños poblaban sus noches, demasiadas caras de amigos volvía a surgir y también el miedo».----------------------------------------------------------------------------
Una treintena de leoneses para la memoria
Lugar Nac. - Nombre - Fecha Nac. - Lugar Def. - Fecha Def.
Balouta Pérez Cando, José Gusen 1942/01/15 Palacios del Sil González González, Elpidio Gusen 1941/09/24
Brugos de Fenar Colín García, Celestino 1919/09/10 Gusen 1942/01/19
Piedras-Albas Fuente Blanco, Santiago 1908/02/19 Gusen 1941/06/09
Canseco Suárez González, Manuel 1904/12/11 Gusen 1941/10/22
Quintanilla de Rueda Cano García, Segundo 1908/08/11 1942/12/30
Carbajal de Fuentes García Gaitero, Prisciliano 1910/07/28 1949/06/30
Lamagrande Crespo López, Manuel Gusen 1942/12/30
Cármenes Fernández Fierro, Gabriel 1914/03/11 Gusen 1941/09/27
Robla, La Sánchez Gutiérrez, Alfredo 1903/04/25 Gusen 1943/04/22
Cármenes Villegas Fernández, Félix Gusen 1942/08/12
San Juan de la Mata Ovalle Ovalle, Agustín 1901/10/18 Mauthausen 1942/04/12
Carrizal Ruiz García, Urciscino Gusen 1941/11/21
Sahagún Cuadrado Iglesias, Victoriano 1908/12/16 Gusen 1941/09/13
Cerezal Rodríguez Rodríguez, Valentín Gusen 1941/09/28
Santa Lucía Fernández Seijas, Arturo 1917/04/28 Gusen 1941/12/26
Cistierna Valdés Mateo, César Gusen 1941/06/22
Tejedo García Alfonso, Ceferino Gusen 1942/02/10
León Abella Barredo, Antonio Gusen 1994/12/05
Villalfeide Crespo López, Manuel 1906/01/07 Gusen 1941/09/29
León García Giménez, Antonio Gusen 1941/11/12
Villasinde Samprón Cereijo, Eduardo 1908/05/05 Gusen 1941/10/26
Lomba Rivera Branco, Rafael
El Burgo Ranero Baños Lozano, Rufino 1917/08/19 París 1980/10/03
Lomba Rivera Muñoz, Manuel Gusen 1941/12/08
Mondregranes Morán Fernández, Marcelino
Además está el caso de Ángel Huerga Fierro, un leonés que murió cuando era transportado desde un penal francés, la prisión de Eysses, abatido por las SS. Fuentes : Ceibm, José Luis Gavilanes Laso, Repúblicanos españoles en la resistencia francesa Apenas una treintena de nombres de leoneses deportados a los campos de exterminio nazis han sido rescatados 60 años después de que las tropas americanas liberasen Mauthausen, que, junto con Gusen, fue el centro donde concentraron a los españoles. Identificados con un triángulo azul, como todos los presos «asociales». Los españoles llevaban la «S» de Spanier sobre el triángulo azul. Fueron capaces de organizar una resistencia en el campo.
Otras Listas de Deportados (NO OS OLVIDAMOS: hombres y mujeres republicanos en los Campos)
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De La Estrella al campo de exterminio
Rufino Baños Lozano estudió y acabó el bachillerato en los Maristas y jugaba al fútbol con el equipo La Estrella de la Corredera donde coincidió con César, el futbolista leonés más importante de la historia, que acabó su carrera como entrenador del Valencia y del Barcelona. Tras la caída del frente asturiano en el que se había alistado Rufino Baños huyó a Francia en un pesquero, regresó un mes después a Barcelona y al finalizar la Guerra Civil en 1939 se une a las columnas de refugiados que huyen por Gerona. Del campo de Argeles Sur Mer pasó a alistarse en el ejército francés. En 1940 su batallón fue hecho prisionero por los alemanes y entró en Mauthausen en enero de 1941.